La única noche, dijo alguien, es la del desvelo, la noche pasada en blanco. No se guarda memoria de las noches dormidas. Así es el amor: el más inolvidable es el que nunca fue.
Como para el insomnio, también para el olvido hay jarabes y menjunjes. Pero ambos son remedios sin discernimiento.
Como para el insomnio, también para el olvido hay jarabes y menjunjes. Pero ambos son remedios sin discernimiento.
Los unos te dormirán tanto (sin sueños y sin sueño), que será como morir.
Con los otros no olvidarás, si los tomas, lo que quieres olvidar: lo olvidarás todo, feliz o disgustoso que haya sido.
No te revelo, pues, mis brebajes para el sueño y el olvido. Poseen el mismo efecto que tiene la cicuta.
No te revelo, pues, mis brebajes para el sueño y el olvido. Poseen el mismo efecto que tiene la cicuta.
Faciolince, Héctor Abad: Tratado culinario para mujeres tristes
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