Cuando te falle el valor, la energía , decaiga la emocionalidad, la tarea te abrume, la depresión te envuelva como una nube negra... e incluso las primeras fases te agobien, no grites, ni pidas ayuda, ni corras para que te consuele un amigo, ni hurgues en un libro de sabiduría.
Simplemente mira. Observa la fantasía de odio y de vida, de cosas terribles que hacemos por las personas odiadas. Observa las fantasías de la codicia, del poder, de la posesión, del sexo, de hacerlo bien, de volverte perfecto y de servir a Dios y arreglar el mundo entero. Observa las fantasías de todas las formas sutiles y complacencia artística, intelectual o la que sea.
Se necesita mucho valor para perseverar en esta práctica. Porque la autorrevelación siempre nos conmociona y se siente desolación emocional e intelectual.
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