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viernes, septiembre 5
No esperes nada de nadie (II)
A diario depositamos cientos de expectativas en los otros, esperamos que nos respondan de la misma manera en que nosotros lo hicimos, pero esto no siempre sucede así.
Si bien hay personas que son agradecidas y saben el valor de tu accionar, otras no lo son. Algunas responden con la misma moneda, otras no. Y tú no podrás cambiarlas.
"Si recibimos lo que esperamos nos alegramos, si no, nos decepcionamos", y una vez más nuestras expectativas están mal ubicadas. Si recibes lo que esperabas, es un bono extra, bienvenido sea, y si no, sigue adelante, no te detengas para escuchar las gracias.
Lo que hagas, hazlo de corazón. No esperes recompensa. Siembra en los otros, y sin darte cuenta, un día, esa siembra te va a recompensar. La cosecha será tan grande que no va a caber en tus manos.
Lo que hagas por los otros, en algún momento, quizás otra persona lo hará por ti. No importa el tiempo que se tarde, si sembraste, cosecharás.
Lava los pies de los otros, cálzate y sigue caminando; esas pisadas que dejaste en el camino, en algún momento te van a alcanzar.
La calidad y la cantidad de tu bendición empiezan y terminan siempre en ti y en los tuyos. No lo olvides!
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