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viernes, octubre 28

Dejando de postergar mi felicidad POR BERNARDO STAMATEAS

Dejando de postergar mi felicidad POR BERNARDO STAMATEAS
Éxodo 3: 11
Todos los seres humanos queremos ser felices y es la búsqueda central de nuestras vidas. Dios nos creó para ser felices y encontramos la felicidad al satisfacer las necesidades.
Hay cuatro necesidades básicas que todo ser humano tiene:
1- La necesidad física: de estar plenos la satisfacemos comiendo sano, haciendo gimnasia y cuidándonos.
2- La necesidad emocional: se alcanza plenitud con intimidad. Cuando una persona intima con sus amigos, hijos, padres, hermanos, con la gente que añade valor a su vida, se siente pleno y feliz. Sin intimidad no hay felicidad emocional.
3.  La necesidad intelectual: se satisface con crecimiento, aprendiendo sabiduría, expandiendo la mente.
4.   La necesidad espiritual: se satisface sirviendo a Dios y buscándole cada vez más, alcanzando la plenitud en el área espiritual.
Satisfechas estas cuatro áreas seremos felices.
Muchas veces no somos felices y es porque estamos ocupados tratando de serlo con las cosas equivocadas y no tenemos tiempo de estar con nuestros hijos, con nuestra familia, leer un buen libro, congregarnos, buscar del Señor.
Gusto no es necesidad.
Le preguntaron a muchas personas que estaban al borde de la muerte: “Si pudiese poner marcha atrás y sanar su enfermedad, ¿qué cambiaría de su vida?”
El ciento por ciento de las personas dijeron: “Pasaría más tiempo con mi familia, con mis amigos, aprendería más”.
La gran mentira de Satanás es hacer creer  que satisfaciendo los gustos se alcanza la  felicidad, entonces las personas se dan “todos los gustitos posibles.”
Marketing es una teoría creada que inventa necesidades y las vende como inevitables de satisfacer.
Por ejemplo: Las publicidades relacionan la venta de productos con el placer y la felicidad.
Los jóvenes van a bailar y beben creyendo que permitiéndose “esos gustos” serán felices pero al acostarse siguen con su corazón vacío, porque la necesidad emocional se satisface con intimidad.
Otras personas dicen: “Me compré este perfume, merezco darme el gusto.”
Y viven dándose “gustitos”, compran buena ropa, de marca, pero siguen vacíos porque felicidad no se logra satisfaciendo los gustos sino las necesidades.
En los bailes no hay intimidad por eso no son felices; mirando televisión, informándose con revistas tontas, superficiales, creen satisfacer el área intelectual pero no crecen.
La clave de la felicidad es satisfacer mis necesidades.
Muchas parejas se casan y nunca se ven, entonces ¿para qué se casaron?
Padres que perdieron a sus hijos porque no dedicaron tiempo para estar con ellos, lo ocuparon satisfaciendo los gustos y quedaron vacíos. Por eso, aunque se dan todos los gustos,  aumenta el suicidio, la locura, la depresión.
No es malo darse los gustos, siempre y cuando satisfagas las necesidades como Dios quiere. Hay gente que no tiene tiempo para ir a la casa de Dios, para intimar, salir con sus amigos, abrir su corazón, leer un buen libro.
Me sorprendí de ver en España, en las casas donde me invitaron, que no hay bibliotecas, demostrando una necesidad intelectual insatisfecha.
Cuando un árbol tiene buenas raíces dará mucho y buen fruto. O sea, si satisfaces las cuatro necesidades básicas: cuidar el cuerpo, crecer, intimar y buscar a Dios, tendrás mucho y buen fruto.
Sé la mejor versión de vos mismo. Si el eje de tu vida se organiza para satisfacer las necesidades, serás feliz y llegarás a la mejor versión de vos mismo.
Cada vez que tomes una decisión o salgas con alguna persona, preguntate si te ayudará a ser la mejor versión de vos mismo.
Cuando te cuidas en las comidas y hacés ejercicios sos la mejor versión de vos mismo en el plano físico.
Cuando intimás con gente que añade valor a tu vida sos tu mejor versión en el plano emocional.
Cuando lees la Palabra, investigas, crecés,  aprendés sos tu mejor versión en el plano intelectual.
Cuando servís al Señor y le buscás con toda tu fuerza sos tu mejor versión en el plano espiritual, y allí está la felicidad.
La gran mentira de esta cultura de satisfacer los gustos hace que olvidemos las necesidades.
La gente tiene un montón de amigos pero no intima con nadie, escucha un montón de cosas que no le hacen crecer en nada, van a la iglesia pero nunca sirven a Dios, comen  todo lo que quieren pero no comida sana.
Muchas personas son abnegadas y el abnegado sacrifica sus necesidades por satisfacer las del otro.
Hice una investigación sobre la abnegación y me horroricé de ver la cantidad de páginas cristianas que hablan bien de la abnegación diciendo que es una “virtud cristiana” y en realidad es basura, porque es ser terrorista de mis propias necesidades satisfaciendo los caprichos de otro; es postergarse y dejarse para lo último. El abnegado vive ayudando, dando, salvando a los demás y espera que alguien, alguna vez le de las gracias. Dice: “Todo lo que yo hice y me pagan así…”, “Con todo lo que yo ayudé y nadie me llamó”, “Con todo lo que dije y ni una flor me mandaron, no importa seguiré sirviendo a mi Señor”, pero en el fondo está resentido.

 En la entrada  anterior, Deja de postergar tu felicidad,  hablábamos de qué manera el ser abnegados, vivir pendientes de las necesidades ajenas y satisfacerlas  antes que a las nuestras, nos convertía en terroristas de nuestras propias necesidades.  Y aquí va lo prometido:

Test para saber el grado de abnegación que tenemos
(Responder Verdadero o Falso)
  1. Si tus amigos tuvieran que describirte, ¿preferirías que dijeran que eres una persona atenta en vez de una persona feliz?
  2. ¿Te sientes mejor cuidando de otros que permitiendo que te cuiden?
  3. ¿Te sorprende ver lo incompetente que son las personas que te rodean?
  4. ¿Encuentras que no hacen caso de la mayoría de tus consejos?
  5. ¿A veces tienes que morderte la lengua en presencia de tus hijos, cónyuges u otros familiares?
  6. ¿Por lo general encuentras mucho más fácil hacer las cosas por ti mismo?
  7. ¿Haces muchísimo más por los demás que lo que ellos harían por ti?
  8. Si alguien te trata mal ¿continúas tratando a esa persona como siempre?
  9. ¿A veces tus familiares o amistades dan por descontado que cuentan contigo?
  10. ¿A veces aceptas actitudes de amigos o familiares que no aceptarías de un desconocido?
  11. ¿Sientes más alegría por las cosas buenas cuando hay un ser querido con quién compartirlas?
  12. ¿A veces desearías pasar de todo, tomarte un descanso y no tener que preocuparte de los demás?
  13. ¿En ocasiones has contestado a lo que dicen en televisión con comentarios sarcásticos, corrigiendo el vocabulario o la gramática?
  14. ¿Cumples las promesas que haces incluso aún cuando eso signifique sacrificar tus necesidades?
  15. ¿Detestarías que se te recordara como una persona egoísta?
 Sumar los Verdaderos.
De 1 a 3 “Sí”- Egoísta. No consideras los sentimientos de los demás, eres crítico y arrogante, no sientes culpa ni angustia,  sólo piensas en ti.
De 3 a 4 “Sí”- Equilibrio. Responsable de sí mismo, tiende a satisfacer sus necesidades profundas, no es esclavo de sus caprichos y encuentra placer en muchas cosas.
De 5 a 7 “Sí”-“Abnegado Grado 1”- Posterga sus necesidades para más adelante, para cuando sea el mejor momento. Su lema es: No puedo ahora, más adelante sí. Está metido en una y otra cosa y su momento nunca llega.
De 8 a 13 “Sí”- “Abnegado Grado 2”- Ignora sus necesidades. Le resta importancia a sus necesidades básicas: comer, dormir, afecto, intelectual. Le da más gratificación cuidar de los demás que de sí, más placer hacer feliz que lo hagan feliz. Lo llaman “una buena persona” y servir es lo máximo en su vida. Si le pasan cosas lindas las comparte con otros y le cuesta invertir dinero en sí mismo. Hay un modelo de fracaso en algún familiar y  ha adoptado ese papel.
De 13 a 15 “Sí”. “Abnegado Grado 3”- Ni sabe que tiene necesidades, es una máquina de trabajar; lo suyo es servidumbre, se exige hasta derrumbarse, es un autómata, y con el paso de los años siente que la vida no tiene sentido, que no necesita nada de nadie y tiene un estallido de rabia extremo.
De aquí en más, que cada uno reflexione. Y recuerden:
Si ha de ser depende de mí
Cuando deje de buscar que alguien me salve, me salvaré.
Cuando deje de buscar que me cuiden, me cuidaré.
Cuando deje de buscar que me den, produciré.
Cuando deje de buscar a alguien que falla, triunfaré.
Extraído de : Bernardo Stamateas (Adaptación)
Michael Jordan dijo: “Visualicé adónde quería ir, qué tipo de jugador quería ser, lo sabía con exactitud donde llegar, me concentré en conseguirlo y lo logré.”
Si algo sucederá en tu vida es por vos.
Si no satisfaces tus necesidades nadie lo hará porque son tuyas. Aprendé a mirar lo que te falta y peleá por lo que te corresponde en el nombre del Señor.
Van Gogh dijo: “El objeto ha tomado forma en mi mente antes de empezar a pintar”
Mírate en victoria.
Moisés le dijo a Dios: “¿En nombre de quién voy a ir?”
Dios le dijo: “Yo soy el que soy.”
¿Por qué Dios no le dijo: Soy el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob? Porque Moisés era un esclavo. Abraham, Isaac y Jacob nunca fueron esclavos por eso cuando los trató los prosperó, pero a Moisés no necesitaba prosperarlo, para qué un esclavo recibiría plata. A un esclavo se le debe enseñar identidad. Cuando Moisés decía: “Yo soy me envía” estaba declarando: “Yo soy, yo soy, yo soy”. Decía: “Yo soy, el Dios Todopoderoso me envía”.
Dios tiene que restaurar tu estima, sos a la imagen del Dios todopoderoso, salí a pelear. No importa cuantas puertas te cierre Faraón, Dios mandará las plagas  para que suelte todo lo que te corresponde.
Nunca digas “Soy Joven”, nunca digas “Soy viejo”.
-Tiger Woods, tenía tres años cuando hizo nueve hoyos en cuarenta y ocho golpes.
-Mozart tenía ocho años cuando compuso su primera sinfonía.
-Ana Frank tenía trece años cuando escribió su diario.
-Ralph Emerson tenía catorce años cuando se matriculó en Harvard.
-Paul Mc Cartney tenía quince años cuando John Lennon lo invitó a unirse al grupo.
-Bill Gates tenía diecinueve años cuando fundó Microsoft.
-Platón tenía veinte años cuando se convirtió en discípulo de Sócrates.
-Laurenz tenía veintinueve años y creó Polo.
-Shakespeare tenía treinta y uno cuando escribió Romeo y Julieta.
-Bill Gates tenía treinta y uno cuando se convirtió en multimillonario.
-Coco Channel tenía treinta y ocho años cuando inventó su perfume “Channel Nº 5”.
-La madre Teresa tenía cuarenta años cuando fundó “Las misioneras de la caridad”.
-Henry Ford tenía cincuenta años cuando introdujo en su fábrica la primera cadena de montaje.
-Wilston Churchill tenía sesenta y cinco años cuando fue nombrado primer ministro.
-Nelson Mandela tenía setenta y uno cuando fue liberado de la prisión sudafricana donde estaba recluido y cuatro años después fue elegido presidente de Sudáfrica.
-Miguel Ángel setenta y dos años cuando diseñó la cúpula de la Basílica de San Pedro de Roma.
-Benjamín Franklin tenía setenta y nueve años cuando inventó las gafas bifocales.
-Dimitri Yordanidis tenía noventa y ocho años cuando corrió el maratón de Atenas en siete horas y treinta y tres minutos.
-Chihiro Araya tenía cien años cuando escaló el  monte Fuji.
No importa la edad, lo importante es que el “Yo soy” te ha enviado, que somos uno con El y que todo lo podemos en Cristo que nos fortalece.
Pelearé por mis necesidades. Hay dos tipos de faraones:
El faraón de José le abrió la puerta y le dio lugar para que gobierne.
El faraón de Moisés, representa todo lo que querés lograr y tenés oposición. Decís, ¿qué pasa que todo es difícil? A través del faraón de Moisés Dios hará que las cosas cuesten.
Cuando algo cuesta, más se disfruta.
Declará: “Diablo, me estás haciendo todo difícil pero cuando logre lo que Dios me prometió lo celebraré por mil veces más”.
Dios te ve como un caballo.
Leí que los caballos duermen de pie y cuando un caballo está acostado es porque está enfermo, el dueño lo empuja de las patas traseras y si mueve las patas delanteras quiere decir que se va a sanar, pero si no las mueve se morirá.
Y así, cuando Dios nos ve tendidos nos da unas patadas de atrás, si movemos las manos, nos sacudimos y decimos: “Padre me está costando, pero sigo peleando”, entonces te dará lo  prometido.
De la oposición saldrá algo nuevo de mí.
Moisés no sabía que había un conquistador dentro suyo.
Dios hace difícil una situación porque necesita formarte en el área de la batalla para que seas un peleador en lo espiritual.
Pablo dijo: He peleado la batalla.
 “A mí no me gusta la pelea, considero estúpidas las discusiones, una pérdidas de tiempo” pero
para las cosas espirituales hay que aprender a guerrear, y si te está costando no es porque sos malo sino porque Dios te está entrenando en el área de la batalla.
Toda verdad espiritual tiene una correlación en lo natural.
Charles Chaplin  nació en Londres en 1889, era muy pobre y para que su madre y hermano no se deprimieran les hacía chistes. A los veintinueve años ya era conocido en todo el mundo. Murió en Suiza en 1977 habiendo filmando ochenta y una películas y siendo considerado el hombre que hizo reír más que cualquier cómico de toda la historia.
Porque en medio de la dificultad nacerá un don que abrirá la puerta en medio de las naciones.
“Yo soy” quien tu eres y tu quien “Yo soy”, porque tu y yo somos uno.

Los errores son escalones y no la cima.
Tus errores son los escalones de la escalera que te lleva a la cima.
Cuando te equivoques o alguien lo haga, no fusiles, porque Dios lo puso como escalón para crecer.
Washington era topógrafo; Norman Vincent Pears fue periodista; Pedro era pescador; Harrinson Fort era carpintero, todos se equivocaron hasta que encontraron la verdadera profesión.
A José le fue fácil porque, de un día para el otro, faraón le abrió la puerta pero para Moisés no, porque fue formado como conquistador.
Todo lo que hoy te está costando mañana lo celebrarás con todas tus fuerzas y bailarás.
El que celebra con todas sus fuerzas es porque salió de las garras del infierno y celebra mil veces más lo sufrido.
Pablo fue un genio. Cuando vemos las estrategias de avivamiento que empleó, los viajes que hizo, nos damos cuenta que no descansó, que era imbatible. En todas las ciudades que pisó lo persiguieron para matarlo, él se sacudía los zapatos y seguía adelante, no le importó la imagen, ni la opinión de los demás, ni lo que dirían, él sabía que era un conquistador para el Señor.
Crecer y aprender ensanchará tu mente.
Intimidad es una necesidad no satisfecha, debemos cuidarla porque largo camino resta.
A través de Moisés, Dios mandó las plagas a faraón, quien endurecía cada vez más su corazón y no soltaba al pueblo.
El pueblo hebreo se juntó en familias y comieron el cordero (anticipo de Jesús muriendo por nosotros), y cuando tuvieron intimidad, faraón soltó todo.
O sea,
El anticipo de tu felicidad en el plano emocional será cuando tengas intimidad y valores las cosas importantes de la vida.
Dios te manda a abrir el camino, porque si alguien no lo prepara no habrá manera de llegar a la cima. No peleás solo Dios te envía.
Abraham bajó a Egipto y su familia bajó con él.
Cuando un líder baja todos caen con él, pero cuando un líder sube todos suben.
Dios mandó a Moisés, a José para abrir un camino para que otros puedan llegar a la cima de la montaña.
 Es mejor ser el sol que alumbra siempre, que una estrella fugaz brillando unos momentos en el firmamento.
Dios no quiere estrellas fugaces sino un sol firme suministrando la luz de Cristo.
Basta de postergar tu felicidad, colócate primero, crecé, expandí tu mente. Cuidá tu cuerpo, intimá con la gente correcta y serví al Señor con todo tu cuerpo, y tu mente.
Yo y mi casa serviremos al Señor. Pastor Bernardo Stamateas
Como vivir al ciento por ciento. Éxodo 2
Cada vez es mayor la cantidad de gente que consume psicofármacos, que se suicida, que tiene sus vidas vacías.
Muchos han logrado grandes cosas pero su espíritu esta vacío, pasan los años y sólo esperan la muerte.
Debemos anhelar vivir al máximo, al ciento por ciento y para ello necesitamos sanar tres áreas:
1º El niño interior
2º El adulto interior
3º El padre interior.
Un niño sólo quiere que le den, un adulto hace crecer lo que tiene y un padre da.
El niño es como una vasija vacía que necesita se llenada, el adulto es la vasija llena pero siempre esta buscando más y el padre es la vasija llena que busca vaciarse en otros. Dios tiene que restaurar las tres personalidades de todo ser humano  para vivir al ciento por ciento.
1º El niño interior.
Esto es fundamental para todos los hombres. Dios sanará al niño interior, restaurará la capacidad de reír, de divertirse y jugar.
Jesús dijo: “Si no se vuelven como niños no capturarán el reino de Dios”.
Los niños si pelean con alguien a los diez minutos están jugando, dan rienda a su imaginación, juegan, se divierten.
Si tu niño interior está lastimado seguramente perderás la alegría de vivir,  de reír y pasarla bien. En la Biblia, todos los pasajes que hablan sobre el gozo son para restaurar al niño interior:
“Pues no serviste a tu Señor con alegría y gozo cuando tenías todo por eso sufrirás hambre, sed, desnudez, pobreza y pondrán un yugo de hierro sobre tu cuello”.En tu presencia hay plenitud de gozo.
David era un niño por eso tocó el corazón del Señor, decía: “Señor entrare en tu presencia con alegría como un nene que va a divertirse.”
La vida, el trabajo, son un juego que debemos pasar y Dios va a restaurar la capacidad para diversión.   “Cantad al Señor con gozo”.
El primer milagro de Jesús fue en una fiesta  convirtiendo el agua en vino.
Las fiestas en esos tiempos duraban siete días y si se terminaba el vino era porque el padre había planificado mal.  Jesús, para que el padre no quedara mal delante de su hija que se estaba por casar, le aumento el vino.
Apocalipsis habla de que, en la eternidad, viviremos una fiesta para siempre con el Señor. Dios creó a Adán y Eva para establecer fiesta en el reino, por eso la vida es una fiesta.
Pablo estaba preso, se puso a cantar y escribió Filipenses, eso sólo lo puede hacer el que tiene su niño sano. Estaba atado a la guardia secreta de Nerón, encadenado, con una sentencia de muerte sobre su vida, pero escribió: “Gozaos en el Señor siempre, todo lo puedo en Cristo”.
Sólo un niño sano puede hacer que Pedro, estando en la cárcel, se eche a dormir y decir: “Si Dios me sacó de otras cárceles también me secara de esta.” O sea,
Dios viene a tu vida es para restaurar la capacidad de reír.
Un mujeriego es un niño herido; una chismosa es una mujer con su niña herida; el que critica, calumnia, habla mal de los demás, tiene su niño herido.
Moisés no tuvo infancia y por eso tenía motivos para tener su niño herido.
Cuando él nació había sentencia de muerte, su padre lo abandono y su madre no sabía qué hacer. Dice que era tan hermoso que, para salvarlo, lo puso en la orilla del río y dejó que Dios hiciera el resto. Moisés no tenía motivos para divertirse pero descubrió el gozo del Señor.
Hubieron padres o gente que nos abandonaron, tuvimos una infancia difícil pero Dios puso a otras personas, ángeles que nos cuidaron y canceló la sentencia de muerte. Hoy estamos con vida y tenemos motivos para  gozarnos, el presente es glorioso. Moisés nació y la madre lo vio hermoso.  Hermoso, en el original, es: “lo vio con un propósito, con un sueño.”
La madre pensó: “Si Dios puso su sueño, este niño será más grande que el faraón que quiere matarlo”. O sea,
No importa si las tinieblas y el infierno apuntaron contra tu vida, no te han vencido  porque el sueño de Dios canceló el propósito del enemigo, por eso hay motivos para celebrar.
Y la hija del faraón le pagó a la madre de Moisés para que lo criara.
Los mismos faraones que quisieron destruirte terminarán pagando tu sueño, todos tus enemigos caerán delante de ti, habrá una mesa en presencia de ellos, que están dispersos, y vos estas celebrando la victoria en la casa del Señor.
La gran mayoría de los hombres mueren por infarto y es porque Satanás les ha robado la capacidad de pasarla bien.
El niño hace la alabanza -no el padre ni el adulto-, porque es diversión.
Dios quiere que abras el camino para llegar a la cima.
2º- El adulto interior. La función del adulto es conquistar y Dios tiene que restaurar esa área.
Pablo dijo: “Cuando era niño hablaba y pensaba como niño, cuando dejé lo de niño pensé como adulto”
El adulto está para dominar, para conquistar, para pelear.
Le preguntaron a un hombre muy rico, cuál era la característica para triunfar y respondió: “La gente exitosa que conocí es decidida, ejecutiva, no piensa cuarenta horas en lo que va hacer sino analiza y toma decisiones.”
Las mujeres han sido muy atacadas en esa área por la voz de la enfermedad para que no caminen hacia la conquista.
Tu familia se va a oponer, las leyes muchas veces te cerrarán las puertas, todo estará en contra pero activando el área adulta descubrirás que fuiste hecho para la conquista.
Moisés estaba en la montaña cuidando las ovejas, tenía 80 años y Dios se le apareció y le dijo: “Moisés, ¿Qué haces aquí cuidando las ovejas? Yo no te llame para eso sino para conquistar”.
Dios restaurará la capacidad de conquista. Salomón fue un niño y nunca mató a un gigante ni a un oso, nació en cuna de oro porque David, su padre, fue el que peleó con Goliat, el que se hizo rico.
Salomón tuvo todo pero un día se le apareció Dios y le dijo: “No puedes vivir toda la vida jugando, debes conquistar.”
El niño sólo se divierte, el adulto conquista.
Dios le preguntó a Salomón: “¿Qué quieres que te de?” Y Salomón pidió sabiduría para conducir y conquistar.
Dios no te dejará hasta formar un peleador.  Pablo dijo, antes de morir: “He peleado la batalla”, porque sabía que fue formado como conquistador. Debes tomar control de tu vida, la autoridad y arrebatar lo que es tuyo.
Recuperá tu sueño y peleá, sos conquistador. Hay personas con su adulto muerto, pasaron sus vidas riendo pero nunca lograron nada, guardaron sus sueños y obedecieron los límites que les pusieron. Un conquistador se revela a los límites, es temperamental, vive enojado contra las limitaciones, se deprime y necesita un faraón que le diga: “No” para  liberar el poder de Dios.
Dios dará tres cosas a los conquistadores:
-“Serán movidos a lugares de resultados”
Saldrás de la montaña donde cuidabas las ovejas e irás a otro lugar para formar gente.
Moisés vivió con un bastón que sólo le servía para contar las ovejas pero, cuando Dios lo mudo, con ese bastón abrió el mar.
Dios hará que el faraón sea eliminado delante de tus ojos, que lo veas perdido, que lo que antes no te servía serán los recursos con los que abrirás el Mar Rojo y te llevará de la tierra donde no pasa nada a la tierra de los resultados.
 -“Escribirán la historia”
Teresa de Calcuta dijo: “Soy un lápiz en la mano de Dios para escribir la historia de la India.”  Continuando esa declaración, declaro que sos el lápiz para escribir la historia de la República Argentina.
-“Dios les dará prosperidad ilimitada.”
El dinero se le da a alguien maduro, no a un niño que sólo se divierte.
Cuando Moisés salió de Egipto le pagaron para que se vaya.
El mismo que te robó el dinero te devolverá lo que te han sacado, cuando asumas la posición de conquista.
Dios te dará recursos y conexiones ilimitadas, serás un conquistador con prosperidad y milagros ilimitados.
Los más grandes milagros del Antiguo Testamento los vivió Moisés.
Dios restaura en tu adulto la capacidad de pelear, de soñar, de enfocarte en el propósito porque te lo prometió.

3º- El padre interior.
Dios restaura el nivel superior, el de padre que tomó lo que le correspondía, la pasó  bien y conquistó para dar a otros.
Padre es el que se reproduce, deja huella, conduce.
¿A quién estás conduciendo? ¿A quién estás formando? ¿Quienes son los discípulos de tus lomos? ¿A quienes entrenaste? ¿A quienes ganaste para el Señor? ¿Hasta dónde llega tu deseo de ser líder?
Líder es lo máximo en la Biblia, es el que da. Y el que da siempre es mayor que el que recibe, porque el que da tiene más.
En la Biblia, “el que sirve es mayor que el servido.”
Los hombres más grandes fueron padres: Abraham, no podía tener hijos pero fue padre. (Esterilidad en el Antiguo Testamento está condenada porque es símbolo de lo espiritual.) Dios no te dejará estéril, te dará un Isaac sobrenaturalmente para que trasmitas tu fe, compartas tu conquista.
Dios te dará a Isaac para formarlo, para que compartas fe, lo sueltes, vuele y haga lo mismo con otra persona. Elías fue padre. Josué fue padre. Eliseo fue padre. Todos los grandes hombres han formado a otros.  Habrá un momento  en que te entrenes para ser padre, formarte para líder y tengas hijos espirituales. Pablo era un padre espiritual, llegaba a un lugar donde no había cristianos, iba a la plaza donde concurría la gente y empezaba a predicar y establecía una iglesia. Pablo fundó alrededor de 30 iglesias en 20 años y en cada lugar, los judíos y gentiles lo perseguían para matarlo, tenía que huir; pero sólo quería parir hijos, cuidarlos y soltarlos.


Cuando nazca el deseo de parir habrás vivido al máximo. Nunca llegarás a ser padre si sos huérfano; para ser padre necesitas un padre.
Pablo validó a Timoteo diciendo: “Mi hijo amado”.
Cada persona que invitas y se convierte al Señor es tu hijo, por eso el rol de padre tiene que estar restaurado dentro tuyo.
De nada sirve guardar y conquistar sino es para dar a otros.
Los padres eran los únicos que impartían la máxima bendición: “la progenitura”, y en el Antiguo Testamento los hijos se mataban para ser bendecidos por sus padres porque alguien que forma a otros tiene poder.
Sos un padre delante de Dios para la gente que te ha confiado, eso te da autoridad espiritual.
Ser pastor es ser un padre espiritual.
Que Dios haga crecer el deseo de reproducirte en otros, cuidar y amar a la gente que te confió y tendrás autoridad en el mundo espiritual.
Viene el tiempo de restauración en el gozo.  Dios va a restaurar al niño, nos divertiremos pero no nos preocuparemos. Un conquistador es el que tiene autoestima ilimitada, metas claras en todas las áreas de su vida.  Nunca sacrifiques una meta para cumplir otra, ni algo bueno por algo bueno. Dios levantará tu estima, quitará el cansancio y activará tus sueños.
Dios quiere que vivas al máximo.
El niño está en el 30 por uno,
El conquistador está en el 60 por uno,
El padre esta en el ciento por ciento.
Viví una vida larga
en cantidad y calidad.
El secreto es
vaciarse para que Dios te llene.

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