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jueves, diciembre 1

Tres momentos que todos vamos a vivir por Bernardo Stamateas


Tres momentos que todos vamos a vivir por Bernardo Stamateas
En esta noche , seré entrenado en los tres momentos que necesito vivir para alcanzar mis sueños, lo declaro, amén y amén.
Tres momentos que todos vamos a vivir
¿Cuántos tiene sueños económicos, afectivos, personales, de materiales, espirituales?
Dice la Biblia en Isaías 49 que somos como una flecha en las manos de Dios.
El primer momento en el que Dios te va a poner es cuando Dios te pone en la aljaba, en el lugar donde estaban las flechas. Eso representa el tiempo de entrenamiento, cuando nadie te conoce, cuando nadie sabe que existís, cuando no tenés nada es el tiempo de la preparación.
Jesús se preparó treinta años para hacer tres años de ministerio, Moisés se preparó cuarenta para salir, cuarenta años de ministerio.
Preparación. Cuando vas a comprar una casa, vos preguntás donde queda la casa, porque el lugar donde está la casa determina el valor. Tu valor depende del lugar donde estés, si vos estás siendo entrenado y preparado, vas a valer mucho. Entrenamiento.
Cuando Dios te da un sueño siempre te queda grande, el poncho siempre nos queda grande. ¿Por qué Dios siempre te da un sueño más grande que vos? para que vos crezcas más grande que tu sueño. ¿Por qué hay personas que no han funcionado en el pastorado, personas que no han alcanzado sus sueños económicos, sus sueños afectivos? porque el sueño les quedó grande y ellos no crecieron, no fueron entrenados. El que sabe más, es porque aprendió más. Ignorancia es una maldición.
Dice Lucas Marquez; tu conocimiento determina tu radio de influencia
. 
Tengo que ser entrenado. Porque el Espíritu Santo nos va a recordar todo lo que sabemos, pero si yo no sé nada, no me va a recordar nada. Tenemos que ser formados, tenemos que ser entrenados, tenemos que tener mentores, tenemos que tener ganas de ser formados.
Del Potro no ganó la final con Federer en la final, la ganó en el entrenamiento. Todas las batallas no se ganan en las pruebas, se ganan en el entrenamiento. Cuando vos vas a dar una prueba y la prueba te fue mal, no te fue mal la prueba, te fue mal en el entrenamiento. Cuando vos estás pasando una crisis, ese es el día de la prueba, y vos decís: Señor ayudame, vos llegaste tarde porque ya estás en medio de la prueba, vos tenés que ser "entrenado y preparado".
Fíjense lo que nosotros vivimos como normalidad, por ejemplo, te criaste en una casa en que todos eran pobres y tu mente estableció pobreza como normalidad, vos vas a prosperar vas a hacer buenos negocios vas a avanzar, pero vas a hacer algo inconsciente para volver otra vez a tu "concepto de normalidad". 
Vos tenías una mamá depresiva que te decía: ¡ay nena! me muero, me muero, y tu papá estaba al lado y te decía, traele la  manzana a mamá que está mal. Entonces tu normalidad es estar triste, vos avanzás, empezás a mejorar, te alegrás, pero tu mente va a hacer algo inconsciente para llevarte otra vez, a tu concepto de normalidad.
¿Por qué Dios nos tiene que entrenar? para romper todos esos conceptos de normalidad, y meternos en la bendición.
Lo primero que necesitamos aprender y hacer toda la vida es ser entrenado. 
Voy a ser entrenado. 
Dice que Jesús va en el barco y les dice: "vamos al otro lado" y cuando va con el barco se levanta una tormenta, Jesús se despierta, calma la tormenta, y cuando pisan tierra se le aparece un endemoniado que tiene cinco mil demonios.  Jesús libera  a ese endemoniado y lo deja sano y bendecido. 
¿Por qué se le levantó una tormenta a Jesús cuando iba allá? cada vez que se levante una tormenta en tu vida, es porque estás por pisar tierra, y tener una de las victorias más grandes y extraordinarias de toda la historia de tu vida.
Todos los que están pasando una tormenta, el Señor te dice dormí, descansá, porque la súper-victoria que se viene será archí-mega-extraordinaria. Cuando llegó le preguntó al endemoniado ¿cómo te llamás?, el muchacho no tenía voz, hablaron los demonios, "legión" porque somos miles. Hay personas que han perdido su voz, su verdadera identidad, y las tinieblas le han metido la voz del miedo, la voz de los complejos, la voz de la inseguridad, hay miles de voces que no son  tu voz verdadera, la voz del suicidio, la voz de la muerte, este muchacho endemoniado, dice la Biblia, que vivía en las tumbas, estaba loco, pegaba con cadenas, nadie lo podía atar, se lastimaba con las piedras intentando suicidarse, pero vino el Señor, y esas miles de voces demoníacas, volaron en un minuto.
 El Señor me dijo que te diga: vos que has vivido miles de abusos, miles de momentos tristes, miles de abandonos, en un minuto con la voz del Señor, serás libre para toda la vida.
Dice que el hombre quedó vestido sentado y en su sano juicio. Vestido: Dios te va a devolver todo lo material que el diablo te sacó, te va a dejar sentado, con  paz interior y en sano juicio, sabiduría divina para ir por más, porque cuando el Señor viene, todas las voces demoníacas se tienen que ir por la autoridad de Jesucristo.
Cuando Jesús pisa tierra se le aparece el endemoniado, y le dicen los demonios ¿por qué nos atormentas antes de tiempo? ¿De qué tiempo? y Jesús les dice: "se van" y los demonios le rogaron ir a los cerdos, se metieron en dos mil cerdos y ahogaron a los cerdos. ¿Por qué se metieron en los cerdos y ahogaron a los cerdos? porque eso era lo que los demonios iban a hacer con el hombre: matarlo. Pero vino antes de tiempo, antes de que lo maten el Señor vino, había una condena de muerte sobre nosotros, pero él vino antes de tiempo para cancelar esa condena de muerte, sacarnos de la tumba, sacarnos de la cadena, sacarnos de la vida tonta, y meternos en la vida de Dios, antes eras loco para el diablo, ahora serás loco para el Señor. El hombre, un loco de la guerra, vivía en las tumbas, a los gritos, y de pronto queda vestido, sentado, y con juicio cabal, y le dice, Señor yo quiero seguirte. Dios va a activar una vida apasionada, te va a sacar de la rutina que te tenía en las tinieblas, y te va a meter en lo mejor. Hay más locos que vos, hay locos graduados, Dios te va a conectar y vos te vas a encontrar con gente más loca que vos, pero antes eras loco para el diablo, pero ahora vas a ser un loco, un soñador loco, que espera cosas grandes y Dios te va a conectar con locos graduados, que te van a decir, vamos, porque vamos a terminar el año en súper-archí-victoria.
La pasión te lleva donde la razón te deja. Pasión.
El loco gritaba,  pegaba con la cadena, se lastimaba, pero de pronto ahora, Jesús le metió vida. Dios te va a sacar de los lugares ridículos, de esos trabajos, vieron esa gente que está en el trabajo, que dice como automáticamente, "tome el ascensor", "mire la línea blanca", limándose las uñas. Dios te va a sacar el piloto automático y te va a meter en una vida apasionada. 
Quiero decirle algo iglesia: los próximos tres meses y medio que nos quedan, vamos a vivir cosas sobre-archí-naturales de parte del Señor, toda la rutina que el enemigo nos había sembrado va a volar, con la voz poderosa del Señor, y vas a vivir la vida más aventurada y extraordinaria de parte de Dios. Todo lo que celebres se queda con vos.
Elías estaba con Eliseo y Eliseo le decía dame la doble unción del Espíritu, dámela, dámela, no, no, no, trece años, vos sabés trece años que te digan no, no, y Eliseo le decía dame la doble unción, no, no, no, pero un día Eliseo se avivó y le dijo: padre mío cuando le dijo eso agarró la doble unción del Espíritu Santo porque cuando dijo "Padre" él se vio como hijo, y Dios bendice a los hijos, no a los bastardos. Cuando Dios te saca las voces demoníacas, la voz que va a salir de vos, es la voz de hijo, y si sos hijo, sos heredero de todo lo que es dueño papá, porque cuando un hijo nace de un rey, no se lo elige rey por democracia, sino por herencia, y nosotros somos hijos del rey. Dios se llama  Jehová de los ejércitos, de los ejércitos es su apellido, yo soy Bernardo de los ejércitos, Estela de los ejércitos, Graciela de los ejércitos, nosotros somos hijos del rey. 
Eliseo tenía un ayudante, Giesi, pero Giesi nunca recibió el doble de Dios, porque Giesi, dice la Biblia, que era el siervo, nunca fue hijo, por eso espero que en esta iglesia nadie llame a nadie siervo, yo no sé de dónde viniste, qué te enseñaron, la palabra siervo, acá no hay siervos, acá hay hijos del rey, estamos siendo entrenados, formados para cosas extraordinarias, y sabemos que cuando se levanta la crisis nos echamos a dormir en el barco, porque estamos descansando, porque no es la crisis, es la súper-victoria que vamos a vivir, en el próximo paso que vamos a dar.Entrenamiento.
Segunda fase: retraimiento. 
Es cuando la flecha sale de la aljaba y viene el momento de presión. Representa el momento de tensión, donde Dios te pone en su arco, y vos te alejas más de la meta, parece que todo está yendo para atrás, es el momento de presión, ese es el segundo momento que todos vamos a pasar. Momentos difíciles donde viene el rechazo, donde viene la crítica, porque no es, cuántos éxitos vos podés tener, sino cuántas presiones podes resistir.
En veinte años de servir a Dios, vi miles de personas abandonar su sueño, porque no resistieron la presión, una silla, una pelea, estar parados, una tontería, lo quitaron de la escena, terminaron girando por todos lados, perdieron años de su vida, porque no entendieron que Dios te va a meter en el arco, y vas a sentir presión, rechazo, crisis. Pero lo que es difícil para los demás, va a ser fácil para mí.
David era hijo de una canita al aire, la mamá lo tuvo con un hombre que no lo quería, lo mandó a cuidar ovejas, los hermanos no lo querían, el muchacho había sido rechazado, hijo de adulterio, el chico empezó a vivir eso de tan pequeño, porque Dios lo estaba metiendo en la presión del arco. De pronto, cuidando las ovejas, viene un oso, viene un león y dice yo no quiero matar a un oso, yo no quiero matar a un león, pero Dios lo estaba entrenando, en los momentos difíciles no reniegues, te están sacando piel de rinoceronte, y cuando David fue llamado, lo ungieron.
Descubrí cuánto aceite le echaron, para ungirlo como rey después que venció a Goliat, ocho litros de aceite, por eso David dijo, unges mi cabeza con aceite, mi copa está que rebosa. Traducido es, Señor, me lastimaste hasta el calcio de los huesos, le cayó aceite por todos lados, no ungían como lo hacemos nosotros, recibe ahí, con la punta del dedo, eran ocho litros, vos sabés que te bañen con ocho litros de aceite, ¿sabés porque Dios te baña así?, porque Dios te entrena para toda la victoria. Dios no te unge un poquito, y yo he orado para que en los próximos minutos, cuando cerremos esta reunión, haya un derramamiento del Espíritu Santo que te bañe de tal manera, que digas, unges mi vida con aceite y mi copa está rebosando de tu presencia.
Viene uno y le dice a Jesús, dice Herodes que te va a matar, dile a esa zorra que sano hoy, sano mañana, y al tercer día termino mi obra; traducido, él es una zorra, yo soy un león, a mí nadie me pone límites de lo que puedo y no puedo hacer. Nunca dejes que las zorras te amenacen y te digan hasta donde podés llegar, vos sos un hijo del rey, callás las zorras porque sos león, y vos decís: lo que empecé yo lo voy a terminar, y no voy a dejar que nadie me diga hasta dónde puedo, y hasta donde no puedo, si Dios dice que me va a prosperar, me va a prosperar, si Dios dice que me va a bendecir, me va a bendecir, y si Dios me dijo que mi casa estará bendecida, mi casa estará bendecida.
Entrenamiento, retraimiento, presión. 
Yo leí antes todas las presiones que tuvo Pablo, sabés cuantos latigazos le dieron, ciento cincuenta, naufragio, falta de comida, ladrones, presiones, insomnios, y yo dije ¡guau! este sí que estuvo en el arco, y Dios te va a formar, todas las presiones son para que aprendamos a manejarlas porque viene la tercera fase.
Tercera fase que es el lanzamiento.
Seré lanzado hacia el blanco perfecto y alcanzaré todos mis sueños.
Hoy estás, nadie te conoce, Dios te está domando, después viene un momento de presión, pero después viene un momento donde Dios te lanza, y alcanzaste la bendición, y cuando vos lográs el blanco ¿sabés qué hace Dios?, te da uno más grande. 
Fíjense, a Pedro le dice el  Señor: Pescá, tira y pesca, muy bien, ahora te voy a hacer pescador de hombres. Ganame un judío, gana un judío, ahora ganame a muchos judíos, gana como ocho mil en dos predicas, muy bien, le dice, ahora quiero que me ganes a un gentil. Pedro era un religioso de la Piedrita de David y dijo, no con gentil no, yo vine para los judíos, dale no lo llames inmundo, hablale del Señor, entonces Pedro le predica a Cornelio y se convierte toda la familia, y Dios le dice, ahora quiero que ganes una ciudad de gentiles, y Pedro dice no, no puedo, ¿sabés que hace Dios? levanta a Pablo. Cada vez que vos le digas que no, a un desafío, lo va a agarrar otro. ¿Sabés por qué esta iglesia es tan bendecida? porque esta iglesia agarró todos los desafíos que muchas iglesias dijeron que no, y nos hemos metido en todos los recovecos, habidos y por haber, llevando la luz y la Presencia del Señor, y vamos por todo.
En esta noche yo voy a ser enviado a todos los desafíos que Dios me ponga, no tengas miedo.
¿Cuáles son todas las bendiciones? hay bendiciones por gracia. Es cuando vos recibís algo sin haber hecho nada. Por ejemplo, vos no trabajás y te encontraste cien mil dólares, y no orás ni vas a la iglesia, es por gracia. Te llama la abuela de Córdoba y te dice, te quiero dar los cinco viñedos que tengo, y las casas. Vos llegás al trabajo, ni trabajaste, te aumentan el sueldo, es lo que la gente llama suerte. Viste cuando alguien te dice, yo no lo busqué, me vino de suerte, eso se llama en la Biblia "gracia" agarrálo. 
Después hay bendiciones por lucha, por pelea. Dice, al reino lo arrebatan los violentos. Es cuando vos te metés en un lugar y decís, este trabajo me pertenece, lo marcás, lo pisás y decís, esta es mi familia, esta es mi casa, y el diablo tiene que salir de acá, y vos tomás esa bendición, porque peleaste espiritualmente por ella. Y en los próximos tres meses y medio, vas a recibir bendiciones de la nada, y bendiciones por pelea, porque vas a tomar lo que Dios te prometió, amén.
Después estan las bendiciones por trabajo. Vos sembrás, cosechás, vos sembrás, cosechás, hay bendiciones que no te las da Dios, te las da tu semilla, vos sembrás y cosechás. Hay bendiciones que son gratis, te las da Dios, hay otras que las ganás por pelea, todas las bendiciones están preparadas para nosotros, y queremos todas las bendiciones.
Hay otra bendición que viene por sabiduría, cuando vos aprendés. Jesús le dijo: boga mar adentro y tira las redes, se fue mar adentro, echó las redes, y gracias a ese conocimiento divino, pescó y se le rompían las redes. Hay una sabiduría que Dios te va a dar, que te va a abrir puertas, y vas a tomar la bendición por la inteligencia espiritual, que Dios te va a dar en los próximos tres meses y medio.

Las mejores, las bendiciones que vienen por la presencia de Dios.
Estaba Moisés, había hecho un tabernáculo, una carpa donde Dios vivía, y David dijo voy a tomar el modelo de Moisés, pero no me gusta mucho, Salomón había hecho un templo que salió quinientos mil millones de dólares, sabés que ese templo era extraordinario, era como cuatro canchas juntas de fútbol, todo de oro, pero David hizo una carpita, puso cuatro palos y una tela y cuando Dios miró, dice la Biblia cuál de los tres le gustó, le gustó el de David, ¿por qué no le gustó el de Salomón? había escudos de oro, pero David hizo cuatro palitos y una tela ¿por qué le gustó a Dios más el de David que el de Salomón? porque en el de Salomón, el sacerdote entraba una vez por año al lugar santísimo, y alababa a Dios, y David dijo, una vez por año no, ¿sabés qué hizo David? puso cuatro palos, una tela, contrató gente, adoradores los trescientos sesenta y cinco días, que adoraban las veinticuatro horas, David a cualquier hora se mandaba a la carpita, él la llamaba la casa de Dios, y Dios la llamaba la casa de David, y David veía que todo el mundo iba a cantar a la carpita, y él escribió un Salmo: entrad por sus puertas con acción de gracias, vamos a entrar con alabanza, no será muy caro, esto es una lona, pero acá está Dios. ¿Sabés qué tenía David que a Dios le gustó? "hambre" de la presencia de Dios, tu nivel de hambre marcará lo que vas a recibir de Dios, y yo he orado en esta tarde, querida iglesia, para que Dios te ponga sal en la lengua, y se despierte una sed de su presencia, como nunca jamás hemos sentido, no una vez por año, no, no, yo quiero estar todos los días.

El Señor me dijo, el hambre es del tamaño del recipiente de tu espíritu, donde Dios va a poner las bendiciones, si tu hambre es grande, así recibirás, si tu hambre es más pequeño, así recibirás ganas del Señor. 
David era un loco y cantaba, y decía, soy como un nene en los brazos de la mamá, que es amamantado y descansa en tu presencia, y cantaba el gran rey, y un día le cayó la llave; Dios le mandó una llave, yo lo expliqué, pero Dios me profundizó más, dice que le cayó una llave, la llave de David, ¿por qué la agarró David?, una llave espiritual, ¿sabés qué era esa llave?, la presencia de Dios. ¿No te gustaría tener esa llave? que abras el cielo donde vayas, abras el cielo donde vos estés, y Dios me dijo: la llave de tu casa Bernardo ¿vos se la darías a cualquiera?, no, ¿a quién se la darías? a alguien conocido, muy conocido, de confianza, y a quién le darías la llaves de tu casa, y le dirías entrá cuando quieras, como quieras y comé lo que quieras, y usa lo que quieras, a alguien que vos amás demasiado, y el Señor me dijo que en esta noche, él quiere dar la llave de su casa, y está buscando gente que lo ame demasiado, porque cuando Dios te da esa llave, y voy a soltar un misterio, esa llave tiene tanto poder, que te abre los lugares físicos, abre los corazones de la gente . 

Me llamó Julio Pereyra, el intendente, para que hablemos, nos llamaron los intendentes de San Vicente, todas las puertas se nos están abriendo, pero no es que las están abriendo ellos, las estamos abriendo nosotros, porque cuando Dios te da de su presencia, vos tenés autoridad espiritual para abrir lo que nadie abre y cerrar lo que nadie cierra, hambre.
Vieron esa mujeres que están en la peluquería, que tienen las revistas de chismes, con perdón de las revistas, y ven a la persona que le mandamos los libros, están hablando de... y Dios me dijo, hay gente chusma de Dios, habla de Dios, pero nunca habló con Dios, nunca lo experimentaron. He orado para que en los próximos  minutos, puedas abrir tu espíritu y demostrar tu hambre por papá, que tu papá te pueda bendecir, y que tu hambre sea el ensanchamiento de tu espíritu, le digas, Señor, no hay nadie como tú, no hay bien para mi fuera de ti, preferiría estar un día contigo que mil sin ti, te animás a decirle, Señor yo quiero que me bautices. Llega Jesús y encuentra el endemoniado y le dice: ¿como te llamás?, legión, todos los demonios en un instante salieron, yo le quiero dedicar el mensaje de hoy, al muchacho que vino con intento de suicidio, yo te dedico este mensaje para vos, Dios me lo hizo preparar para vos, y te predico como si fueses la única persona que existieses en este lugar, y Dios, cuando diagramó el mensaje, lo diagramó para vos, porque el diablo te lastimó, pero hoy vino alguien más grande que todas las tinieblas que te rodearon, es el poder del Señor para sacarte todas las voces, para darte vestido, para darte paz, y para darte sabiduría.

El muchacho quedó vestido, cuando los del barrio lo vieron, se asustaron, la gente te va a ver tan bien que se van a asustar, decís, prosperé, me llevo bien con mi esposa, ya no le pego más a mis hijos, ¿te acordás las cadenas que tenía? no están más, y todas esas voces diabólicas de miedo, se fueron, y este hombre quedó tan loco ahora para Dios, que le dijo, déjame seguirte. ¡No! Vas a ir a tu casa y les vas a contar, no predicar, porque la gente está harta que le prediquen, la gente quiere que le cuentes lo que Dios hizo en vos, yo no entiendo de la Biblia evangelista, pero yo te voy a contar lo que él hizo en mí.
¿Cuántos queremos ganar a la Argentina? que es tu patria, tu casa, andá y contá lo que Dios hizo con vos. 

Me imagino, el hombre fue para la casa, llamó, y la hija dice, es un vendedor, dice que es papá, está vestido, huele limpio, se bañó, no se droga, no ese no es tu papá, pero de pronto lo ve y le pregunta quién sos vos, el Señor me mandó para decirte que estaba loco, estaba mal, estaba en la cueva, yo lo único que me acuerdo es que me arrodillé, y lo otro que me acuerdo que él dijo, fuera y se me fueron años de dolor, y de pronto aparecí vestido, con paz y me mandó el Señor, que recupere mi casa, y me dio diez ciudades, me las encargó a mi y me puso como autoridad, porque la gente no quiere que le vayas a predicar, sino a contar cosas grandes que Dios hizo con vos, y cuando salgamos de acá, iglesia, vamos a llenar a la Argentina de la presencia de Dios. Antes eras loco para el diablo y ya es hora que tomemos venganza de todos los días que pasamos en la cueva.
A Jesús lo echaron de esa ciudad, pero Jesús dijo, vas vos, es como si estuviese yo. Habrá casa donde no lo quieren a Dios, pero a vos te van a aceptar, y el que te acepta a vos, lo acepta a él. Habrá lugares que donde pisemos, digamos paz en esta casa, y la paz ha venido, diremos sanidad a esta persona, y la sanidad sucederá, habrá poder en nosotros por el poder de la presencia de Dios. Se vienen días extraordinarios.    
 Lo que soy se lo debo a él.  
Tuve una visión hace un tiempo atrás, vi a la Argentina como en las películas que tiran las flechas, millones de flechas, vi millones de flechas encendidas volando de un lado al otro, y cuando las fechas caían, caían sobre toda la Argentina, y se encendía una luz, la flecha tenía fuego pero cuando caía, era como se encendía una luz, y yo vi todas luces que se encendían en la Argentina, y entendí que esas flechas  somos nosotros.
Dice David, llena tu aljaba de flechas, hay un momento donde nadie te conoce, porque hubo un momento en que el diablo dijo: estos son medios tontos, esta no, es religiosa, no esta menos, éste no va a poder correr mucho, y el diablo pasó; era joven y le dije: Señor, quiero que uses mi vida de una manera extraordinaria, y yo escuché una risa, que fue la risa del diablo, se burló de mi, y también se burló de vos, porque te vio que eras una flecha en la aljaba de Dios, quietita, pero Dios te estaba formando. Cuando Presencia de Dios nació y Dios miró a Presencia de Dios, él no sabía que las poquitas flechas, nos íbamos dejar entrenar por Dios, que las pocas flechas íbamos a pasar por mucha presión, y que las pocas flechas iban a ser lanzadas, a tomar todo lo que otros  no se animaron, y lo que el diablo no sabía era que vos ibas a aparecer, el diablo lo había soltado al gadareno pero el Señor vino y lo tomó, y fue una flecha que ganó diez ciudades para Dios.
Hoy estamos acá todas las flechas que el diablo menospreció, porque no sabía que Dios nos iba a tomar en sus manos, que Dios nos iba a poner en la presión de su arco, y que nos iba a lanzar para cosas extraordinarias. Argentina será llena de la presencia de Dios. Ve a tu casa en esta semana  y decile, a mi me pasó esto, contáselo a alguien. Amén. 
Toda enfermedad se va en el nombre de Jesús, todo cáncer, problemas de huesos están siendo sanados, puertas están siendo abiertas por los ángeles, que están viajando ahora a velocidad celestial, gente está sabiendo de vos en estos momentos, por ideas de oro que Dios está activando, fuerzas celestiales están viniendo, de tus pies hacia arriba, ganas de vivir cosas extraordinarias, se están activando ahora sueños nuevos, sueños viejos están rejuveneciendo otra vez, familiares nuestros están siendo rodeados con el Espíritu Santo de Dios, y están trabajando ahora rodeados de la gloria de la nube, no podrán escapar de la presencia del Señor. Gente que en esta noche vino con miles de voces en su cabeza, que no era la voz del Hijo, era la voz de las legiones, hoy por el poder de la presencia del rey todas las voces se van, todo espíritu de muerte se va, de depresión, de tristeza, de locura, todo espíritu de vicio, todo espíritu de adormecimiento, de indiferencia, todo espíritu de pelea, de derrota, toda voz de las tinieblas sale en el nombre de Jesús.
Somos hijos, y si hijos herederos, de Dios de todas las bendiciones, amén. 
Algunos de ustedes esta semana van a ser lanzados, otros van a ser entrenados, y otros van a ser presionados, porque esa es la vida cristiana, siempre entrenados, siempre bajo presión, y siempre en victoria. Dios está con vos, contale a todo el mundo lo que Dios hizo en vos, porque lo que viene para Presencia es extraordinario. Amén.
Lucas 8:30-39 "¿Cómo te llamas? le preguntó Jesús. Legión, respondió, ya que habían entrado en él muchos demonios. Y éstos le suplicaban a Jesús que no los mandara al abismo. Como había una manada grande de cerdos paciendo en la colina, le rogaron a Jesús que los dejara entrar en ellos. Así que él les dio permiso. Y cuando los demonios salieron del hombre, entraron en los cerdos, y la manada se precipitó al lago por el despeñadero y se ahogó.
 Al ver lo sucedido, los que cuidaban los cerdos huyeron y dieron la noticia en el pueblo y por los campos, y la gente salió a ver lo que había pasado. Llegaron a donde estaba Jesús y encontraron, sentado a sus pies, al hombre de  quien habían salido los demonios. Cuando lo vieron vestido y en su sano juicio, tuvieron miedo. Los que habían presenciado estas cosas le contaron a la gente cómo el endemoniado había sido sanado. Entonces toda la gente de la región de los gerasenos le pidió a Jesús que se fuera de allí, porque les había entrado mucho miedo. Así que él subió a la barca para irse. Ahora bien, el hombre de quien habían salido los demonios le rogaba que le permitiera acompañarlo, pero Jesús lo despidió y le dijo: Vuelve a tu casa y cuenta todo lo que Dios ha hecho por ti. Así que el hombre se fue y proclamó por todo el pueblo lo mucho que Jesús había hecho por él."

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