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viernes, octubre 28

El Poder del Enriquecimiento Interior POR BERNARDO STAMATEAS

El Poder del Enriquecimiento Interior POR BERNARDO STAMATEAS

2 Reyes 4
La palabra prosperidad le genera urticaria a mucha gente.  Hay tres conceptos de prosperidad:
1- No a la prosperidad  Esta gente dice: "A Dios no le interesa prosperarte, ni que tengas abundancia económica. Si tenés pobreza, si estás mal, no importa, lo importante es que seas fiel". Esta es, en general, la corriente legalista y "combativa" que conserva la postura de "no a la prosperidad".
2- La superprosperidad  Son los que enseñan, erróneamente, que Dios te quiere dar veinte BMW, quinientos Rolls Royce, dos jacuzzis; que Dios te va enriquecer. Son las iglesias que están con los pactos. Son los que te piden ofrendas de todo tipo, son los que cuando vas a un congreso o determinado lugar, no te piden ofrenda, no te enseñan a sembrar semilla, sino que te desvalijan, te secuestran, te roban y lo único que enseñaron a través de los años es "el dar". Y mucha gente quedó frustrada -a nuestro entender- por este falso concepto de prosperidad.
3- Para nosotros no es tener dinero, sino que prosperidad es acceder a los bienes de Dios, a todos sus recursos José era próspero en la cárcel y no tenía dinero, era próspero como sirviente y no tenía dinero, porque dinero no es prosperidad, prosperidad es más que eso. Creemos que prosperidad es que avances en todas las áreas de tu vida. Porque ¿de qué te sirve dinero si estás mal de salud, de que te sirve estar bien de salud si no tenés un peso, de que sirve tener salud y con dinero si tu comunión con Dios no avanza?. Es decir que prosperidad en la Biblia es que crezcas en todas las áreas, lo más parejo posible, y que puedas acceder a todos los bienes de Dios. No es tener un coche 0 km., porque lo tenés, mañana te lo roban y perdiste la prosperidad; prosperidad es que podés ir a la fuente, a Aquel que te dio ese coche y tomar otro en el nombre del Señor. Por eso si perdés todo, nunca perdiste nada, seguís siendo próspero porque si tenés conexión con la fuente divina, aunque te falten las cosas, podés ir a la fuente y tomar lo que necesitás: salud, bendición, dinero, trabajo.
Prosperidad es estar conectado a la fuente de Dios y tomar todo lo que necesitamos para extender nuestra vida y el reino de Dios.
Prosperidad es que crezcas, avances y tengas éxito en todas las áreas de tu vida. Que seas un gran profesional, un buen músico, un excelente padre, un maravilloso hijo, un siervo del Señor, un gobernante en tu tierra, que estés sano y bendecido.
Salvación incluye todo. Jesús no murió para que nosotros nos vayamos mañana al cielo, Jesús murió para que la iglesia gobierne la tierra y pueda acceder a todo. Jesús dijo: "les voy a dejar todo a su nombre porque son coherederos conmigo y herederos de las riquezas de Dios"
Dinero es un recurso poderoso. Salomón dijo: "Con dinero se logra todo".
Si querés acceder a los mejores lugares, los mejores hospitales, a la mejor atención, hace falta dinero. Los cristianos que te dicen: "A mi el dinero no me interesa, lo único que me interesa es el Señor", son hipócritas y falsos.
A todos nos interesa el dinero, porque Dios nos puso un instinto de gobierno para vivir bien en la tierra. Por eso queremos vivir bien y no soportamos opresión, dolor, miseria, porque no fuimos creados para el dolor.
Nunca en los planes de Dios estuvo miseria y pobreza como herencia. Nuestra herencia es bendición y que todo lo que hagamos nos salga bien.
1- Dinero nunca tiene que gobernarnos, tiene que ser nuestro esclavo, estar debajo de nuestros pies No podemos servir a dos señores: a Dios y a Mamón, al Señor y al dinero. Dios tiene que estar en primer lugar y cuando lo está, de verdad, todo lo demás está debajo de nuestros pies. Cuando dinero es tu señor, todo se complica; cuando está debajo de tus pies todo es más fácil. Todo lo que Dios nos da está debajo de nuestros pies.
2- El mundo está lleno de dinero,  el problema es que está mal distribuido
Dios ha prometido que habrá  una transferencia de dinero, del reino de los impíos al reino de la iglesia, y nos estamos preparando porque en la iglesia estará la gente más próspera económicamente, más bendecida, los mejores negocios estarán en la iglesia.
El aceite se multiplicará como en la casa de la mujer que tenía deudas, y de pronto, de repente, una palabra de Dios te levantará,  de la nada pasarás a la abundancia.
Esta mujer estaba casada con un profeta -discípulo del gran profeta Elías- que murió dejándole una deuda tan grande que no había manera de pagarla. Ni aún vendiendo la casa. LLegaron los acreedores y como no tenía para pagar, quisieron tomar a sus hijos como esclavos.
Este hombre nos enseña muchas cosas: 
-Que una persona puede ser fiel al Señor y ser un pésimo administrador.
-Caminar cerca de los milagros del profeta y ser un desastre en su propia vida.
-Representa un sistema de pensamiento religioso que no sirvió para nada. (Hablaba de Dios pero lo único que trajo fue deuda al pueblo de Dios).
Durante años, hemos viajado por el país varias veces, y vimos al pueblo de Dios con hambre, pobre, harapiento, y nos preguntamos ¿por qué?
Porque como iglesia estuvimos casados con hombres, con sistemas que no trajeron libertad financiera, no había un mensaje de prosperidad y una mentalidad de conquista,
sino que lo que hicieron fue decirnos:
"Aguantá, Cristo viene ya; me voy con Él, me voy con Él, yo no me quedo, me voy con Él". "Seremos levantados con poder hacia la Nueva Jerusalén".
¡Pero tengo una buena noticia!
Ese sistema de liderazgo ha muerto. Dios está levantando un liderazgo nuevo de gente que entrará en tu casa con una palabra poderosa. Esa palabra será obedecida, tocará tu familia y todo lo que hagas te saldrá bien.
Hay un liderazgo que se está muriendo, hay un Eliseo que se está levantando.
Representa a un liderazgo que no se fundamenta en revelación, que ya está muerto
Lo mejor que nos ha pasado es quedarnos viudos. La mujer quedó viuda de un sistema que no servía para nada, porque no había cambiado y alterado.
Prosperidad y abundancia vienen cuando cambia nuestra mentalidad.
Cuando llegó Elías, lo primero que hizo la mujer fue quejarse: "Mi marido, tu siervo, se murió y me dejó una deuda". O sea que  le estaba diciendo: "Viejo, levantá una ofrenda por ahí y traémela, porque al final, mi marido dio la vida por vos, te ayudó, te sirvió y me pagan así..."  Se quejó. El problema de esta mujer no era la deuda sino su mentalidad.
Necesitamos cambiar nuestra mentalidad
Harrinson escribió un libro llamado "El subdesarrollo está en la mente", lo recomiendo. Es un historiador que compara el nivel de riqueza y de pobreza en Argentina y dice que no viene por la tierra (porque hay países que son más pobres que Argentina y sin embargo prosperaron más). Para él, riqueza y pobreza tienen que ver con el producto de la cultura, el subdesarrollo está en la mente y hasta que no cambiemos nuestra mentalidad no avanzaremos.
Pudimos comprobarlo. Viajamos como treinta veces a Estados Unidos. La primera vez que llegamos me dije: "llegamos al país de los dólares, de las potencias". Entonces  fuimos a recorrer las iglesias americanas, eran unos templos tremendos, nos quedamos maravillados por lo que veíamos. Luego visitamos  las iglesias hispanas, y nos dimos cuenta de que habían hecho los mismos "bolichitos" que en Sudamérica, Centroamérica. Nos preguntábamos: ¿Cómo puede ser que la gente tiene los mismos sueldos, el mismo Dios, un mismo país, y  son de cuarta? Porque podés estar en la tierra más maravillosa, pero el problema no es la tierra sino la mentalidad.
Cómo somos los argentinos:
1- "No soy de aquí, ni soy de allá"
Los latinoamericanos tenemos un sentido de desarraigo muy grande, porque nuestros padres, abuelos eran extranjeros (italianos, españoles). Mis padres son griegos. Crecí escuchando: "Nos vamos para Grecia en cualquier momento nos vamos".
Recuerdo que a los seis años fui a la escuela, en ese tiempo hablaba mejor griego que español. Una vez le dije a mamá: "No me enseñes más griego porque nadie habla griego, enseñame español".
Porque cuando no sos de acá, ni sos de allá, no sabés qué sos.
Es semejante al latino que vive en Estados Unidos, no es americano, y cuando viene a Latinoamérica no es latino; o sea, no es ni una cosa ni la otra. Tenemos ese sentido de que no somos de acá ni de allá, por eso no podemos echar raíces; por eso los cristianos cada tres años cambian de iglesia, ante el primer problema que tienen se van a otra. Por eso no tenemos una iglesia donde morirnos, donde decir: "Acá me quedo, acá crezco, acá sirvo y acá me muero". Hay  gente que viene a la iglesia,  hace años que están y siguen diciendo: "ustedes", "acá cómo lo hacen". No pueden involucrarse porque tienen un sentido de desarraigo, no saben trabajar en equipo. No tenemos sentido de tierra, ésa es la razón por la cual en los últimos años estamos predicando que Argentina es tierra del Señor, porque antes no nos interesaba ganar la tierra.
2- Somos nostálgicos Nos gusta el pasado. Recordamos todo lo que vivimos.
Como el tango: "De chiquilín te miraba de afuera, la ñata contra el vidrio..."; "La gallina turuleca..."; "Noelia, Noelia, Noelia..."
Somos nostálgicos. Nos pegamos a las placas, por ejemplo "en las sillas: acá me sentaba yo, ¡cuántas veces me habré sentado acá!". Por eso no podemos avanzar, porque nos aferramos al pasado. Eso se tiene que morir, Dios va a levantar una mentalidad nueva: El pasado ya se fue , lo que viene es mejor.
3- "Lo de afuera es lo mejor"
Hace algunos años vino a la Argentina,  Peter Wagner a enseñar sobre la guerra espiritual y los demonios; sin embargo, Carlos Annacondia hacía años que estaba haciéndolo y nunca, nadie le prestó atención. Por ejemplo invitamos a alguien a predicar,  dice lo mismo que nosotros pero como es de afuera, decimos: "¡Que poderoso!". Copiamos todo porque no tenemos  identidad.
4- Somos opinadores profesionales Opinamos de todo: cómo ganar al fútbol, como sacar el país adelante, como armar una iglesia.
Una vez el traductor del Nuevo Testamento del griego, vino a darnos unas clases, yo veía a mis compañeros que le cuestionaban y discutían al erudito. El hombre los miraba y estaría pensando cuándo tomarse el avión para irse.
Opinamos, hablamos, sabemos cómo hacer el negocio salvador, les enseñamos a todos.
Esto tiene que morir en nosotros.
5-Hablamos en pequeño
"Diosito, no quiero abundancia, quiero que no falte en mi casa el mate cocido".
Somos criticones, compadritos, cancheritos, brutos, fanfarrones, malevos, cachadores y gozadores. Porque sabemos todo. Los demás son sudacas, hermanitos, provincianos. Por eso en nuestro país se mató al negro, al gaucho y al indio, no hay ninguno de ellos, los matamos a todos. Criticamos, envidiamos.
6-Buscamos al salvador
Idealizamos para luego descalificar: "Es un ídolo" y después es una basura. Gardel, Maradona, Menem. Porque idealizamos.
¿Sabés cuántas iglesias dijeron: queremos un avivamiento? Y ahora que el avivamiento está viniendo, dicen: "Claro, roban miembros". Porque nosotros somos para levantar y después bajar de un hondazo.
Gilda tiene que ser una santa pero luego se tiene que morir, porque tenemos una cultura de muerte; sólo idealizamos a los muertos.
Tenemos una mentalidad que debe ser rota en el nombre del Señor.
Dios no te dará la Palabra para llevarte a la multiplicación de tu aceite hasta que no cambies tu actitud.
Cuando estas cosas negativas de nuestra cultura se mueran, vendrá una mentalidad de reino, de abundancia.
Algunos de ustedes ya entraron en esa unción, otros todavía no entienden nada y otros están intentándolo, y te quiero decir:
"¡Perseverá! Porque cuando tengas la mente de Cristo, pensarás con sistema de reino. Cuando dejemos toda esta basura vendrán  días de abundancia. Cuando llegue la multiplicación de aceite, estaremos allí para venderlo, para disfrutarlo y para repartirlo"
7- Lo atamos con alambre
Hacemos todo como venga, no importa como sea, salimos del paso como podemos, trabajamos como podemos, pero eso se terminará.
Habrá un nivel de excelencia donde la gente cambiará.
En una oportunidad una mujer me llamó y me dijo que tenía una heladera para la iglesia, mandé unos muchachos para que pasaran a retirarla. Después ellos me llamaron y me dijeron: "Tenemos un problema con la heladera, no tiene motor". ¡Lo daba para el Señor, sin motor".
Pero vienen días en que al Señor se le dará lo mejor.
Vienen días de excelencia, donde el sistema mundo que se burlaba de nosotros por estar en la prehistoria, aprenderá de nosotros.
Porque lo mejor de lo mejor saldrá del pueblo de Dios.
¡Yo lo creo y lo veremos en nuestra generación!
Vamos a desarrollar un estilo de vida de enriquecimiento completo.Vamos a enriquecernos de tal manera que nadie nos va a conocer.
  1. Riqueza de Sabiduría divina Miles Murdock dice: "No hay problemas sino falta de sabiduría". El problema se resuelve con sabiduría. Tu problema es la falta de sabiduría. Las malas decisiones, los impulsos que hemos tenido, gastar de más, la mala administración, las estupideces que hemos hecho, en las deudas que nos hemos metido, fue por falta de sabiduría. No fue el diablo, fue por falta de sabiduría. El diablo no necesita atacar a alguien que no tiene sabiduría porque se ataca solo.
    Salomón logró tres cosas con sabiduría:
  1. Terminó el templo. Dios derramará unción de sabiduría, nos enriqueceremos y terminaremos todos los sueños que Dios nos prometió.
  1. Mantuvo la paz. David no lo pudo lograr porque mató a todo el mundo, pero Salomón fue sabio y mantuvo la paz. Viene unción de sabiduría, donde caminemos ya no habrá más guerra, habrá paz; donde establezcamos nuestra presencia estableceremos la paz divina.  
  1. Contestó todo lo que le preguntaban. Vienen días en los que todas las respuestas saldrán de nuestro corazón. No habrá pregunta que nos atormente, no habrá duda que nos pueda dominar, porque cuando vengan las preguntas saldrán multiplicadas las respuestas ya que estaremos llenos de sabiduría divina.
Sabiduría divina siempre es primero, porque si tus resultados crecen primero antes que vos, no tenés una empresa tenés un monstruo.
David cayó con Betsabé cuando el sueño fue más grande que el soñador. ¿Por qué no cayó cuando derribó a Goliat que todas las mujeres estaban detrás de él?
No le pidas a Dios prosperidad primero enriquecete en sabiduría divina, aprendé la Palabra, comprate casetes, leé libros, mirá menos televisión, escuchá menos radio. Escuchá casetes, hablá palabras de fe, declará principios, enriquecete confesalos, abrí la Biblia aunque no la entiendas.
Vienen días en los que Dios levantará una iglesia sabia que se moverá en revelación divina y la gente te preguntará: "¿De dónde sacaste que había que buscar vasijas y llenarlas del aceite que se multiplique y poner la primera compañía de aceite del Antiguo Testamento? Eso viene de alguien que está lleno de sabiduría divina, y Dios te enriquecerá con la Palabra de fe.
Sabiduría tiene que enriquecer antes que mis resultados, para que mis resultados no me aplasten.
La mayor riqueza tiene que estar dentro de nosotros, sabiduría siempre te va a enseñar a hablar fe.
2 Riqueza Interpersonal
Aprenderás en este tiempo a llevarte bien con todo el mundo y a ver a tus enemigos en fotos.
El profeta le dijo: "Vé y busca vasijas a los vecinos". Si esa mujer hubiese estado peleada con los vecinos, habría cortado su milagro. Si esa mujer no hubiera tenido comunicación con sus hijos el milagro no habría podido suceder.  
Tenés que llevarte bien, enriquecerte, dejar de controlar, dejar de demandar.
Enriquecé tu vida social, abrí tu mundo.
Si la otra persona no es cristiana juntate igual, vos sos luz, aprendé a relacionarte.
Hay un faraón que va a pagar tu sueño.
Hay un Artajerjes que ya tiene el dinero acumulado, él cree que es para su uso personal, pero es para vos para construir tu Jerusalén.
Hay un faraón que cree tener poder, pero está juntando riquezas solamente para pagar la atención y la formación de tu Moisés.
Hay magos que están viniendo desde Oriente, nadie los conoce, están trayendo oro, incienso y mirra para bendecir tu sueño y financiar tus planes.
Aprendé a bendecir a todo el mundo, porque tal vez a vos te parece que no te va a bendecir, pero puede que sea el que sí lo va a hacer; y el que parece que sí, puede que sea el que no. Tratá bien a todos, porque la persona menos pensada puede bendecirte con algo para siempre.
3- Riqueza interior
¡Llenate de experiencias con el Señor! Hablá en lenguas. ¡Dejá de razonar tanto! Liberate con el Señor. El nos dio las lenguas para que no usemos tanto la cabeza.
Pero de pronto el Espíritu Santo te inspira y te da vergüenza contárselo a alguien. Quiero decirte que
Dios te hará muy loco para los cuerdos y muy cuerdo para los locos.
Esta iglesia es muy cristiana para los no cristianos, y es muy secular para los cristianos, Dios te sacará del sistema.

4- Riqueza de metas
Tengo que enriquecerme con sueños.
Tu sueño tiene que ser tan grande, que el que te critica debe ser una hormiga comparado con el sueño grande que tenés; llegar a un punto en que no te importe el que te abandonó.
Un sueño tan, pero tan grande que la gente crea que enloqueciste.
Cuando te digan: "Te veo mal". "Decí: "Gracias Padre". Eso me demuestra que voy  por buen camino.
Tiene que ser un sueño tan, pero tan grande que te mantenga joven, bello, lindo. Un sueño que te rejuvenezca, un sueño que sea tan, pero tan grande, que bendiga a miles en nuestro país.
Un sueño tan, pero tan grande que te haga depender de Dios de día y de noche. Que le digas: "Dios, acá estoy de vuelta, para que me ayudes".
Tiene que ser una visión que te sostenga de día y de noche.
Dios le dijo a Abraham: "Cuenta la arena, así te multiplicaré. Cuenta las estrellas, así te multiplicaré".
¿Por qué le dijo cuenta la arena? Porque cada vez que viera la arena, de día, se acordaría que tenía un sueño de Dios.
¿Por qué le dijo cuenta las estrellas? Porque cuando a la noche estuviera en depresión y con insomnio, miraría  las estrellas y se acordaría del sueño de Dios.
Dios te dará referentes de día y de noche porque la depresión no tocará tu morada. Tu  sueño te mantendrá fuerte de día y de noche, de noche y de día; por eso Dios le dijo a Josué: "Medita en mi Palabra de día y de noche, porque te daré un sueño, tan pero tan grande que se cumplirá por el poder de mi Palabra".
No importa lo que suceda, siempre tené una actitud positiva. No te juntes con los chismosos.
En momentos de depresión: ¡tranquilo!
Mantené una actitud de fe. Si viene el valle de la sombra de muerte, tranquilo "tu estarás conmigo, tu vara y tu cayado me infundirán aliento y saldré, y el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida"
¿Estás pasando por el infierno? Tranquilo. No te detengas a sacar fotos porque es transitorio.
Este leve y gran problema solo traerá un mayor nivel de gloria sobre mi vida, decía Pablo.
Mantené una actitud de fe
¿Estás sin trabajo? Viene uno mejor.
¿Estás enfermo? Dios te dará sanidad divina.
¿No hay iglesia en tu pueblo? Vos la levantarás.
Actitud positiva. Nunca permitas que las tormentas externas se transformen en tormentas internas; mantené la inspiración en el Señor.
Sé positivo, cuando quieras reaccionar, frenate.
No importa cuán mal estés, Dios traerá una Palabra profética que vendrá de Su boca y traerá solución para  tu vida. No importa cuán mal estás, el que se murió te dejó una deuda, pero cuando lo malo se muere es porque un Elías y un Eliseo vienen en camino.
Viene una palabra de Dios solucionadora de tus problemas eternos.
Se acerca un tiempo que lo que tardamos años en resolver lo resolveremos con una Palabra que sale del trono de Dios.
Junto con el sueño, Dios te dará el plan económico para alcanzarlo.
Todas tus debilidades de hoy serán tu fortaleza mañana. Hoy deuda. Hoy tus hijos esclavos pero mañana libres para siempre.
La mujer tomó la vasija de aceite, sus hijos fueron a buscar vasijas, y el aceite se multiplicó hasta que no hubo más vasijas.
El profeta les dijo: "Vendan el aceite, paguen lo que deben y de lo que queda van a vivir ustedes y sus hijos para siempre". Esta mujer no trabajó más, sus hijos tampoco.
Dios te dará gran abundancia. Cuando sabés conectarte con una Palabra poderosa de Dios, solamente Él saldará tu deuda, y te dará tanta abundancia que no tendrás que trabajar más, no habrá más tarea, sino que habrá trabajo, sueños.
Dios no sólo saldará la deuda. Pagarás y vivirás de lo que quede vos y tus hijos.
Nunca vivimos ese milagro porque no se lo pedimos, pero Jesús dijo: "Todo lo que pidas al Padre creyendo, el Padre nos lo dará".Durante años pedimos lo justo, pero ahora nos hemos dado cuenta y pediremos más de lo justo. Seremos muy locos para los cuerdos y muy cuerdos para los locos; seremos muy seculares para los cristianos y muy cristianos para los seculares. Yo sé que si me encierro con una palabra y la obedezco, la unción que está en mí me traerá prosperidad y me salvará. 
Pastor Bernardo Stamateas 

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