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viernes, octubre 28

Tengo mala suerte -Cómo capturar la bendición de Dios POR BERNARDO STAMATEAS

Tengo mala suerte -Cómo capturar la bendición de Dios POR BERNARDO STAMATEAS 
-Se está muriendo la suegra, toda la familia se encuentra reunida alrededor de su lecho. La viejita dice, mirando hacia la ventana, "Qué lindo atardecer". El yerno en ese momento dice: "No se distraiga suegra, no se distraiga".
-Un hombre va a comprar dos frascos de perfume y dice: "Me gustaría llevar dos frascos de Channel nª 5, para mi suegra".
"¡Vaya... Un perfume tan caro! Y ¿dos frascos? Ud. Debe querer mucho a su suegra".
"No, en realidad no, pasa que una vez dijo que ella se moría por un frasco de Channel"                                                           
Génesis 37:3 "Y amaba Israel a José más que a todos sus hijos porque lo había tenido en su vejez, y le hizo una túnica de diversos colores. Viendo sus hermanos que su padre le amaba más que a todos, sus hermanos le aborrecían y no podían hablarle pacíficamente.
Vs. 23 "Sucedió pues que cuando llegó José a sus hermanos, ellos quitaron a José su túnica, la túnica de colores que tenía sobre sí.
Vs. 31 "Entonces tomaron ellos la túnica de José, degollaron un cabrito de las cabras y tiñeron la túnica con la sangre".
¿La suerte existe?
Muchos dicen "¡suerte!"-cuando saludan-; "tengo mala suerte".
Hay gente que todo le sale mal. Si se cae un árbol, justo se le cae arriba de la cabeza; si van a echar a alguien del trabajo, justamente es a él.
Suerte es: la habilidad de estar en el lugar apropiado, a la hora apropiada. Se define como un hecho imprevisto, un golpe de suerte, casualidad.
Y la gente ha inventado, para este tema, amuletos como: la pata de conejo, la herradura, la ruda, el ajo, el trébol, la cintita roja, la pirámide, el ekeco, etc. Hay gente que consideran de sí mismos que son "de mala suerte", "yetas".
Leía que Shirley Mac Laine, actuaba en un coro desconocido y un día,  casualmente, la actriz-bailarina principal se rompió una pierna y ella la reemplazó y a partir de ahí la llamaron y se hizo famosa.
A Mel Gibson, lo llamaron para un casting -nadie lo conocía-, mientras iba para allí lo asaltaron tres hombres, le robaron todo, le pegaron, le rompieron la cara a trompadas, lo desfiguraron. El fue igual al casting  y le quedaba tan bien la cara hinchada que lo contrataron. ¡Suerte!
Alexander Flemming, en 1920 buscaba un antibiótico más eficaz y, casualmente, se cayó un pedazo de moho en el microscopio que destruyó la bacteria y -gracias a ese hecho fortuito- descubrió la penicilina.
La suerte es la lectura humana de la bendición de Dios
Cuando la gente dice "Buena suerte", está diciendo en realidad, "Que Dios te bendiga" porque no saben que es Dios en la bendición; la "buena suerte" es una bendición que te cae.
La Biblia dice que Dios a instalado en el mundo Su bendición.
Cuando Dios creó el mundo y puso a Adán y Eva en el huerto, Dios los bendijo a ellos y a todo lo creado. Pero, cuando Adán y Eva desobedecieron, comieron del árbol del bien y del mal, aprendieron a maldecir y junto a la bendición se sumó la maldición, pero la maldición no anuló la bendición.
Eclesiastés dice: "Tiempos y oportunidades nos acontecen a todos", que el sol sale para todos; quiere decir que Dios ha llenado el mundo de bendición y que no es sólo para sus hijos sino para cualquiera. Por eso la gente descubre la bendición al decir "suerte" y en realidad no es suerte sino la bendición de Dios.
Los que no conocen a Dios dicen: "Fue un golpe de suerte", "el destino, "la vida", "la naturaleza me tuvo en cuenta sin saber por qué". Pero cuando conocés a Dios descubrís que todos esos "golpes de suertes" son bendiciones de Dios que viste y capturaste.
Hay gente- especialmente los legalistas- que cree que Dios bendice al que se porta bien, que está en santidad, pero Dios bendice a todos, el sol sale para todos. Es interesante ver la cantidad de pasajes que hablan de la suerte en la Biblia.
Por ejemplo, cuando le sacaron la túnica a Jesús echaron suertes.
En Proverbios 16:33 dice "La suerte se echa en el regazo, más de Jehová es la decisión de ella".
¿Qué quiso decir Salomón?
En la antigüedad, se anotaban los nombres en unas maderitas y se echaban en el regazo, y entonces uno sacaba un nombre y decía el nombre de quién había ganado. Por eso Salomón dice la suerte se echa en el regazo (las maderitas con los nombres) pero el nombre que yo saque, va a ser de Dios.
Cuando Judas se ahorca - Hechos 1, 2- tienen que elegir un sucesor y los discípulos dicen: "Echemos suertes", entonces pusieron las maderitas con los nombres y salió elegido Matías.
Después del avivamiento de Pentecostés, nunca más se habló de "suerte", se comenzó a hablar de bendición.
Cuando viene la unción del Espíritu, Dios trae revelación, dejás de pensar qué es la suerte y entendés que la bendición de Dios se desparramó por todos lados.
Luego de elegir a Matías, nunca más echaron suertes de nada, porque sería la guía del Espíritu Santo que los llevaría a tomar la bendición.
El mundo entero está bendecido, pero también está maldecido por culpa del hombre y del enemigo.
¿Por qué hay gente que ve las bendiciones y otra sólo agarra todas las maldiciones?
En las vacaciones leí un libro de un psicólogo inglés que habla sobre la suerte y que estudió -durante diez años- a la gente con suerte y con mala suerte.
Descubrió que la suerte no existe, que hay gente con determinadas características que hace que estén en el lugar y a la hora correcta para que les pase algo bueno.
Investigó unas cuatro mil personas durante diez años, descubriendo que la gente de buena suerte en general la tiene en todo, y la de mala suerte, tiene mala suerte en todo.
Cuando leí ese libro, el Espíritu Santo me dijo: "Suerte es lo que el hombre sin Dios interpreta, pero vos que estás en mí, cuando ves algo bueno no lo llamás suerte sino bendición de Dios".
Leyendo ese libro me hice esta pregunta: "¿Por qué hay gente -cristiana y no cristiana- que pueden ver las bendiciones y tomarlas y otra gente toma las maldiciones? ¿Por qué hay gente que todo lo que hace les va bien y otra todo lo que hace les va mal?".
Llegué a estos:
Cinco principios para tener "buena suerte" ( léase "bendición de Dios)"-.
1-En mis relaciones con los demás está mi bendición.
Cuantas más relaciones con gente tengas, más posibilidades de ser bendecido, cuanto más estrecho es tu mundo, menos posibilidades de bendición.
Jesús se relacionaba con todo el mundo.
Si vas de tu casa al trabajo, del trabajo a tu casa, si tu círculo de amistad son cuatro o cinco y siempre los mismos, llegará un momento en que se va a reducir la capacidad de bendición, porque Dios puso la bendición en la gente. Cuanto más conozcas, más posibilidades de descubrir a la gente que Dios cargó con una bendición para vos.
"Dad y se os dará, medida buena, apretada, remecida, darán en vuestro regazo"
Jesús dice "dad y se os dará, darán". Dice "darán", la gente que tenés al lado. Por eso, aprendé a cuidar tus relaciones interpersonales como lo más valioso, a cuidar cómo tratás a los demás, cómo decís las cosas, no es tan importante lo que decís sino cómo lo decís.
Hay quienes dicen: "Yo digo lo que quiero, a mí no me calla nadie" Por eso tenés mala suerte, porque a los que Dios cargó con bendición para vos, los trataste mal.
Cuidá tus relaciones de bendición más que todas las cosas.  Hay gente que hace las cosas bien pero se pelean con todos; gente que les das un trabajo, lo hacen bien pero se agarran a las trompadas con medio mundo. Es más importante tu relación que lo que hacés.
Hay gente que tiene un imán para atraer a la gente, a todo lo bueno, y  ¿cómo puedo atraer al que me va a bendecir?
Tenés que tener claro que a la iglesia
-No venís a compartir. La koinonía, la comunión -común unión- dice la Biblia que los primeros cristianos se reunían con alegría y sencillez y compartían todas las cosas... Son todas pavadas que nos enseñaron.
-No venís a imponer. "Pastor, pegue duro...", "Imponga la santidad". (Dicen de que nuestra iglesia es liberal, que aceptamos cualquier cosa, pero no es así, no aceptamos cualquier cosa pero no le imponemos nada a nadie).
¿Sabes por qué tus hijos están lejos de tu corazón? Porque le impusiste. Tu esposa o esposo no te quiere, porque le impusiste. Por eso la gente se aleja de vos. Si vos estás en esta iglesia, es porque quisiste y nadie te impuso venir.
A la iglesia venimos a ser impartidos
Impartir quiere decir sacar algo bueno y ponerlo en otro. Koinonia, en el Nuevo Testamento -está mal traducido- quiere decir "Dar una parte a...", no es como nosotros lo entendemos sino es impartir.
No vengo a compartir, si quiero hacerlo voy con los amigos del club, -aunque no está mal que salgamos alguna vez-, pero vengo a la iglesia a que Dios me dé algo de Él, a que me imparta algo suyo, a que cambie mi vida.
Decile: "Padre sé que darás algo del cielo a mi vida y cuando eso venga,  mi vida cambiará".
Vengo a cambiar, a recibir algo de Dios, no me importa el de al lado, el de atrás o adelante, me importa que Dios meimparta algo quiero ser transformado.
Hay gente que nunca se le impartió nada porque nunca se abrieron para recibir algo de Dios: "Ya lo sabía todo, yo estoy investigando cómo predica el pastor y me doy cuenta que tiene mucha psicología porque yo estudié a todos los psicólogos...". Por eso no recibís nada, porque ni Dios te puede impartir nada.
Cuando Dios pone una parte de El en vos, tenés que impartirlo  en otro
Poné en la gente lo mejor que Dios te dio, porque cuando impartís sos un imán viviente que atrae a la gente.
La gente sale de las iglesias porque no se les imparte nada, pero cuando están en un lugar donde alguien imparte lo que le fue impartido entonces son llenos de Dios y podés impartir. No se puede dar lo que no se recibe. Jesús dijo: "A todos atraeré a mí mismo".
Moisés iba caminando y había una zarza, un pedazo de rama, ardiendo de fuego y no se consumía.
La zarza era algo común, sin vida, sin valor; pero le cayó el fuego que Dios impartió y la zarza trajo a Moisés.
Sos esa zarza. Estabas seco pero Dios sopló su fuego y ahora la gente se te acerca; antes eras algo común, y ahora sos algo extraordinario; antes no tenías vida, y ahora se te acercan porque Dios te impartió su fuego y sos una zarza encendida para Dios y no se apagará.
Hay gente que empieza y termina, y otros empiezan y no terminan.
Los mejores empiezan y terminan, pero están los mejores de los mejores que empiezan y no terminan nunca, porque el fuego está encendido, siempre, a la noche, en el día de la prueba, en el día de la prosperidad.
Cuando seas encendido, cuando Dios te imparta de su fuego,  nunca terminarás nada porque el fuego te mantendrá encendido en las buenas y en las malas, de día y de noche, en las crisis y en las maldiciones, siempre estarás,  porque el fuego de Dios cayó del cielo.
El fuego nunca se va, siempre quedan los carbones encendidos
"Ay, estoy bajoneado, vengo de una iglesia que me maltrataron"; "Vengo de la religión y nunca recibí nada".
El fuego se puede apagar, pero los carbones van a estar encendidos siempre, necesitas que alguien venga y sople y el fuego vuelva a arder.
Por eso, si hoy estás con los carbones abajo, alguien va a soplarte y va a volver a avivar el fuego de Dios para que nunca más se apague. Por eso tenés que estar abierto para que alguien te imparta el fuego, cuando Dios te imparte vos tenés que impartir eso bueno.
La impartición tiene dos fases: tocar y soplar.
Dios tocó a Adán, lo formó, sopló aliento de vida. Le impartió vida y lo puso en el huerto, formado.
No tenés que soplar a la gente primero, sino tocarla. No tocarla físicamente sino amarla. Hay padres que quieren impartir algo en el hijo sin antes haberlo tocado, sin haberle echo un favor, sin haberle dicho: "Te quiero", "Vení que te abrazo", "Te amo, sos lo mejor de mi vida".
"Yo le prediqué a mi compañero y no escucha la palabra del Señor" Porque no lo tocaste, lo único que hacés es repetirle como un loro que se convierta, hacele un favor, abrazalo, decile que lo aprecias, porque cuando llegas al corazón... ¿Qué hizo Jesús con la samaritana? ¿Cómo predicó Jesús? Primero tocaba, así les demostraba su amor, y luego que tenía el corazón le soplaba.
Aprendé a dejarte impartir, e impartí a la gente, llegá al corazón de la gente, tratalos bien. No sabés dónde se esconde tu bendición, hoy están debajo, mañana puede ser tu jefe. Aprendé a honrar a todos, tratá bien y aprendé a impartir todo lo que Dios te da. Hay gente que siempre está pidiendo porque Dios nunca les imparte nada pero los que caminamos en la unción Dios nos da y empezamos a dar y cuando empezás a dar, atraés y cuando atraés hay gente que viene cargada con la buena suerte de Dios.
Impartir, soplar, inspirar.
Donde dice la Biblia que es "inspirada" -está mal la traducción-, en realidad es soplada, expirada; porque inspirar es tomar. Expirar es soplar. Tenés que expirar a los demás, porque cuando Dios sopló en Adán lo puso para gobernar el Edén, no lo puso cuando creó sino cuando lo formó. Y lo formó cuando lo sopló.
Enseñanza: Hasta que no se te haya impartido algo, nunca estarás formado.
Nunca podrás gobernar sobre tu Edén. Soy nueva criatura, "si alguno está en Cristo nueva criatura es"; fuiste creado pero ahora tenés que ser formado, abrir tu corazón cuando leas la Palabra, cuando vengas a la iglesia, decir: "Señor yo quiero algo tuyo en mi vida, porque cuando me des lo mejor lo voy a impartir, y todo lo que imparta dará medida abundante, remecida y rebosando como recompensa a mi fidelidad".
2-Hay grandes oportunidades a mi alrededor.
Aprendé a esperar lo mejor, porque lo que esperes viene. Job dijo: "Lo que temí me vino" ¿Qué estás esperando? Este psicólogo hizo una investigación y para ello le daba un diario a la gente y le decía que si contaba -en diez segundos- cuántas fotos había y lo hacía correctamente le daba cien dólares. Y dice que la gente contaba afanosa, y en un costado había un aviso que el había puesto que decía: "No busque más, hay cuarenta y tres fotos en el diario" pero nadie veía el aviso porque la gente estaba obsesionada contando las fotos. Hay gente que está tan obsesionada con algo (dinero-pareja) que no ve la bendición. Enfermedad, muerte no es una bendición, pero al lado de esa crisis, alrededor, Dios ha sembrado bendición. Dejá de mirar las fotos y relajate. Por ejemplo, los jefes que esperan más de los empleados, dan más. El psicólogo hizo otra investigación: le dijo a un hombre que hablara por teléfono con una mujer muy fea, y luego -por otro teléfono- que hablara con una mujer hermosa, fuerte, esbelta. Y descubrió que cuando hablaba con la que él pensaba que era fea y que en realidad era la linda, y a la fea le hablaba dulcemente, conquistador, porque creía que era la bella, entonces se descubrió que las expectativas repercuten en el comportamiento. Lo que esperás condicionará tu conducta, si esperás lo peor o lo mejor. "Yo espero lo bendición de Dios, ir de gloria en gloria, que Dios cambiará todos mis fracasos en victorias, hoy me pasó algo malo pero sé que alrededor de mí hay bendiciones que las veré, las tomaré y las compartiré".
Las crisis te van a enseñar algo nuevo de Dios que nunca habías visto
Y vas a ver algo tuyo que nunca habías visto. Pedro no sabía que podía caminar sobre las aguas hasta que vino la crisis, cuando vino la crisis lo aprendió.
El barco se mueve en el agua, pero si el agua se mete en el barco, se hunde.
Enseñanza:la crisis te puede llevar a un lugar de bendición, lo importante es que la crisis no entre en vos. No tenés que dejar que la crisis entre, porque dentro tuyo lo único que tiene que entrar es todo lo que Dios te imparta en el trono.
"Sí, estoy pasando por crisis, pero no va a entrar en mi corazón, esta crisis me llevará como a un barco hasta mi próxima bendición".
-Hay gente que viene con un balde, para tratar de hundirte "Qué mal que te está yendo".
-Otros vienen con una manguera y te la dejan de costado "Qué duro es todo lo que te está pasando...", "En mi iglesia vamos a orar para que Dios te cubra"  -No, ni vos ni tu iglesia, sacame la manguerita.
-Hay gente que no te va a poner el agua adentro, te va a decir: "Tranquilo, la crisis te va a hacer mover hacia tu lugar, esperá lo mejor, si mayor es el que está en nosotros que el que está en el mundo, quién nos separará del amor del Padre. Si Dios es con nosotros, quién es contra nosotros".
3- Hablar y ver lo positivo.
Hablá bien de vos mismo, usá palabras grandes en tu boca: maravilloso, excelente, prosperidad, abundancia. Todo lo puedo en Cristo, por la llaga estoy sano, voy de gloria en gloria porque el que murió en la cruz no fue un libro de teología, ni de doctrina, no fue un pastor, ni un cura, ni una iglesia, ni mi padre, fue el que me ama, el Rey de la gloria, y camino con Él y todo lo que haga me saldrá bien.
Hablo fe, y Dios habla conmigo, porque Dios habla fe.
No necesitás que nadie te reconozca, hablá bien de vos porque valiste la sangre de Cristo.
Dicen los historiadores que Pablo era bajito, tenía la voz ronca y un ojo bizco, por eso en Gálatas dice: "Les escribo con letras grandes", porque no veía bien; pero el "bajito" le decía a los enfermos "levántate" y decía: "No soy menos que el más grande de los apóstoles".
Sos igual al mejor, no sos menos, sos igual. Hablá bendición de vos mismo.
Lo que envíes es lo que regresa. Por eso,  hablá bendición y escucharás bendición para tu vida; hablá en positivo, dejá de quejarte, que Dios está con vos.
Mirá el lado positivo de lo que te pasa, pensá en positivo porque te podría haber pasado algo peor. Me acuerdo cuando fui a presentarme al seminario para estudiar, me dijeron que no porque tenía dieciocho años, tenía que tener veintiún años. Me fui con mucha rabia, y fui a estudiar a la facultad y hoy le doy gracias a Dios que me dijeron no.
Lo negativo no tiene control sobre tu vida, siempre estará lo positivo en tu corazón, porque Dios dijo: "Te bendeciré".
Es verdad, me pasan cosas malas, pero hablo bendiciones, en positivo y todo lo que haga me saldrá bien.
4-Lo difícil primero, lo fácil después
¿Querés cosechar fácil? Sembrá difícil. Hacemos lo fácil y después nuestra vida es difícil. Por ejemplo lo difícil es estudiar, pero después lo fácil es que tenés el título; lo fácil es sentarte a ver televisión pero después sos un grandulón y no estudiaste; lo fácil es comer muchos dulces y lo difícil será adelgazar, porque lo fácil trae lo difícil; y lo difícil trae lo fácil.
Dios te va a pedir lo difícil porque el que siembra difícil, cosecha con gozo (fácil). Hay gente que mientras estudiaste o te mataste trabajando, otro estaba sin hacer nada, pero el que vive fácil atrae lo difícil y el que hace lo difícil trae lo fácil.
"Pastor,¿por qué Dios me demanda a mí lo que no le demanda al otro?" Porque Dios te va a dar a vos lo que no le va a dar al otro.
Hoy nos estamos reventando pero mañana vendrá el avivamiento, el río correrá en abundancia y nos gozaremos en él. "Me cuesta orar", primero lo difícil.
5- El favor ya está dentro mío
Israel le puso a José la túnica de colores. La túnica representaba "la suerte" y a los hermanos les dio mucha rabia. Representaba el favor de Dios, la bendición, la suerte -humanamente hablando-, cubría las manos y los pies y le daba autoridad sobre sus hermanos. Representaba lo que siempre estuvo dentro de José, la bendición. Por eso cuando los hermanos le llenaron con sangre la túnica,  cuando estuvo en el pozo, José no se deprimió, cuando lo metieron en la cárcel, no se suicidó. Quiero decirte que:
1- La túnica, la bendición, ya está dentro tuyo; pueden arrancarte finanzas, gente, trabajo pero eso lo único que representa es que la bendición está dentro tuyo y nadie te la puede quitar.
A José lo echaron al pozo, salió del pozo; lo metieron en la cárcel, salió de la cárcel; lo pusieron de sirviente, salió de sirviente; porque la túnica te hace salir de los lugares más difíciles, porque la túnica está dentro tuyo y es Jesús de Nazareth.
2- Representa el potencial que Dios te dio.
Puedo contar cuántas semillas hay en una manzana, pero nunca sabré cuántas manzanas hay en una semilla, porque eso sólo Dios lo sabe. Puedo contar cuánto dinero tengo, sólo Dios sabe cuánto dinero tengo adentro. Puedo contar cuanta gente hay en esta reunión en la iglesia, sólo Dios sabe cuánta gente hay dentro tuyo que vas a ganar para Cristo.
Tengo enemigos por mi túnica, el Padre me puso la bendición por eso me critican
"¿Por qué en el trabajo me odian? si no me conocen". Es porque con los ojos espirituales vieron que Papá te puso la túnica.
Los que vendieron a José fueron sus "medios hermanos".
Un hermano de verdad nunca te va a vender, ni envidiar, los que lo hacen son los "medios hermanos", los del mismo padre pero de distinta madre.
Tu hermano verdadero se va a gozar con tu túnica de bendición.
Israel -que era Jacob-, amó a José más y le dio túnica -autoridad, bendición-. Jacob, quiere decir tramposo, tuvo hijos; cuando se encuentra con Dios le cambia el nombre, lo llama Israel, y tiene otro hijo, José.
José no conocía a Jacob -al tramposo-, nació bajo Israel. Los hermanos conocieron a Jacob -el tramposo- y a Israel, tenían la cabeza dividida porque no podés tener dos padres.
Viniste de una iglesia legalista, conociste a Jacob, y en esta iglesia conociste a Israel, pero tenés a los dos: al Dios que te revienta y al que te prospera. Entonces cuando Dios te prospera, te sale Jacob: "No me lo merezco" y hay cristianos que tiene a los dos papás: al Dios que castiga y al Dios que bendice; están en libertad pero les viene algo del legalismo. Pero si tenés identidad clara, decís: "A Jacob no lo conozco". Cuando mates a Jacob y te críes con Israel, entonces Papá va a poder darte toda la bendición.
Dios no es lo que nos dijeron, Dios es el Gran Yo Soy, es el Padre Bueno, es el Señor del Universo, el que sana, prospera, liberta, bendice, levanta, perdona, restaura, unge y el que te dijo: "Todo lo que hagas prosperará, porque te he dado la túnica, quiero que crezcas bajo un concepto sano de mí"
Cuando sepas quién es el que bendice, la bendición te alcanzará. Dios es bueno.
Eliseo tuvo doble unción porque cuando Elías lo llamó, le echó el manto, la túnica. Eliseo se la puso y caminó doce años con él y un día le dijo: "Quiero la doble" o sea la túnica de Elías y cuando Elías se fue, cayó su túnica; entonces Eliseo tuvo doble unción.
Enseñanza: hay túnicas que otros han dejado caer, ponételas porque hay túnicas de bendición para tu vida.
Da la mejor adoración al Señor que te impartirá algo nuevo.
"Hijo amado, te bendeciré". 
Pastor Bernardo Stamateas



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