CAMBIANDO EL CLIMA ESPIRITUAL POR BERNARDO STAMATEAS
Lucas 10; 3: “¡Vayan ustedes! Miren que los envío como corderos en medio de lobos. No lleven monedero ni bolsa ni sandalias; ni se detengan a saludar a nadie por el camino.”
Lucas 10; 5: “Cuando entren en una casa, digan primero: ‘Paz a esta casa.’ Si hay allí alguien digno de paz, gozará de ella; y sino, la bendición no se cumplirá. Quédense en esa casa, y coman y beban de lo que ellos tengan, porque el trabajador tiene derecho a su sueldo. No anden de casa en casa.
Cuando entren en un pueblo y los reciban, coman lo que les sirvan. Sanen a los enfermos que encuentren allí y díganles: ‘El reino de Dios ya está cerca de ustedes.’ Pero cuando entren en un pueblo donde no los reciban, salgan a las plazas y digan: ‘Aun el polvo de este pueblo, que se nos ha pegado a los pies, nos lo sacudimos en protesta contra ustedes. Pero tengan por seguro que ya está cerca el reino de Dios.’
Les digo que en aquel día será más tolerable el castigo para Sodoma que para ese pueblo.”
Lucas 10; 17: “Cuando los setenta y dos regresaron dijeron contentos: ‘Señor hasta
los demonios se nos someten en tu nombre’
‘Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo -respondió él-. Sí, les he dado autoridad a ustedes para pisotear serpientes y escorpiones y vencer todo el poder del enemigo; nada les podrá hacer daño. Sin embargo, no se alegren de que puedan someter a los espíritus, sino alégrense de que sus nombres están escritos en el cielo.”
Lucas 10; 24: “Les digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que ustedes ven, pero no lo vieron; y oír lo que ustedes oyen, pero no lo oyeron.
Todo lugar tiene un clima emocional y espiritual. El clima espiritual es la atmósfera, es lo que se siente. El clima que hay en el lugar donde estamos, es una voz que influye a la gente que está en ese lugar.
El clima es una voz exterior que trata de entrar en mí.
Esa voz exterior va a querer transformarse en una voz interior, para que cuando yo me vaya de ese lugar, me lleve dentro de mí ese clima.
En Lucas desde el capítulo 3 hasta el 10 hay un clima; pero del 10 al 20 el clima cambia. Algo pasa en el capítulo 10 que hace que cambie el clima.
En los primeros capítulos Jesús se encuentra con miles de demonios, con legalistas, con tormentas, con ataques. En el capítulo 10 hay un giro; Jesús dijo que vio caer a Satanás y, a partir de ahí sólo aparecen dos demonios. Jesús empieza a ministrar con poder.
Desde el capítulo 3 hasta el 9, Jesús vive diferentes climas.
La primera voz que Jesús enfrenta es la voz del juicio.
La primera voz que va a tratar de meterse dentro tuyo es la voz de la vergüenza.
Una persona que siente vergüenza tiene miedo. La vergüenza es una voz exterior que se metió dentro.
La voz de la crítica es la voz que te evalúa, a esa voz hay que cancelarla; porque si la voz de la crítica se mete dentro nuestro, vamos a volvernos personas con vergüenza.
Salió en Estados Unidos un libro que se llama: “No cristianos” que estudia cómo ven los no cristianos a los cristianos, por qué la gente no asiste a la iglesia y descubrieron 6 motivos y uno de ellos es que la iglesia critica y juzga.
El que te critica no sólo te evalúa, sino que te hace creer que los demás también lo hacen. Esta voz te hace que vivas dando examen para que la gente te evalúe.
Mi mentor no está para criticarme, está para capacitarme. No podés dejar que gente inoperante te evalúe; necesitás un mentor que te capacite. La voz del mentor es una voz que te mejora, no es la voz que te aplasta.
Hay que cancelar la voz de la crítica, porque la voz que nos guía es la voz del Espíritu Santo.
Reite de tus errores, y no dejes que nadie te tome examen, sólo hacé lo que Dios te dice que hagas.
En otro capítulo, Jesús escucha una segunda voz; la voz del dolor.
Tenés que cancelar la voz del dolor para que no se meta dentro tuyo.
Jesús enfrentó la voz del peligro
Jesús estaba durmiendo y lo despertaron para avisarle lo que sucedía, y Jesús dijo: “¡Cállate!”
Hay que callar la voz del peligro.
Hay gente que tiene esa voz dentro suyo.
Jesús enfrentó el clima satánico.
El clima satánico quiere amenazarte.
Jesús lo enfrentó con autoridad; porque no hay que dejar que el clima exterior se meta en nuestro corazón.
Cancelemos toda voz del diablo, todo espíritu de muerte, todo espíritu de enfermedad en el nombre de Jesús.
Jesús enfrentó la voz de la distracción
En otro capítulo, alguien le dijo a Jesús que lo seguiría a todas partes, pero quería poder enterrar a su padre; otro le dijo que recién se había casado.
Hay personas que no se juegan porque se criaron en climas donde nunca se tomó una decisión.
Hay personas que no lograron nada porque tienen este clima dentro, y nunca tomaron una decisión.
Jesús enfrentó la voz de la pelea
Hay personas que se criaron en esa atmósfera. Se levantaban, los padres estaban peleando, y todo el día era igual.
Esa voz se les metió dentro y ahora son peleadores. Son personas expertas en lo negativo, les encanta discutir y no hay nada que les venga bien.
En Lucas 10; Jesús les dice a los 72 que fueran a 36 lugares y que primero hablaran paz.
La gente que cambia el clima de un lugar es la gente que habla victoria, paz y habla éxito.
Jesús dijo: ‘Los envío como a ovejas en medio de lobos.’ No somos ovejas; la gente nos ve como tarados; parecemos ovejas pero somos destructores de lobos, cambiadores de clima porque el que habla la palabra de victoria domina el clima; y el que domina el clima domina el territorio.
El que habla paz es más poderoso que el que habla guerra.
‘El Dios de paz aplastará a Satanás.’ La paz aplasta al enemigo, porque el que habla victoria transmite al clima al lugar, y el que transmite el clima al lugar, es dueño del mismo.
Cada vez que hablo paz el poder del enemigo sobre ese lugar queda invalidado.
¿Cómo hacer para llevar la paz?
Jesús les dijo varias cosas:
1. No lleven monedero: No te preocupes por recursos porque Dios te va a proveer de todo lo necesario. El que habla la victoria tiene los recursos. No te preocupes más por finanzas, hablá victoria y Dios hará que todo sobreabunde.
2. No lleves bolsa: No cargues con nada porque el que habla victoria determina el clima y el que determina el clima tiene finanzas y poder del cielo.
No dejes que las voces exteriores se metan dentro. Tu voz es más poderosa. ‘Mayor es el que está en mí, que el que está afuera de mí.’
3. No lleves sandalias: Las sandalias que tenés te alcanzan. Las sandalias son tus sueños. Los sueños que vos tenés te alcanzan, no te cargues de los sueños de los demás. Enfocate en lo que Dios te dijo, porque va a darte los recursos.
4. No saludes a nadie en el camino: Antes saludar a alguien era como un ritual, llevaba mucho tiempo. Jesús lo que quería era que no perdieran tiempo.
Si alguien te lastimó, soltá a esa persona; perdoná rápido.
5. Sacate el barro de las sandalias: Sacate el barro que se te pegó.
Desprendete de todo lo que te hayan dicho. Y deciles que el reino de Dios está cerca.
Cuando sientas que alguien te imita, recordá que la gente no falsifica monedas de 5 centavos, sino que falsifica los billetes caros.
Si alguien te está copiando es porque sos valioso.
Si alguien piensa mal de vos, el único que se perjudica es el que piensa mal de vos.
Cuando te rechacen… sacate el barro y deciles: ‘Igual el reino de Dios está cerca.’
Jesús los juntó de dos en dos: La victoria se logra en equipo.
A donde vayas tenés que saber que está la unción apostólica en vos.
Cuando Jesús dice: ‘Yo los envío’ está diciendo que los nombra apóstoles. Vos sos apóstol del lugar en el que estás y del lugar al que nunca fuiste, pero vas a ir para cambiar la atmósfera del lugar.
Jesús los envió a lugares donde Él nunca había ido. Dios te envía a lugares para que le prepares el camino y Él entre.
Dios nos va a dar el poder de hacer que la gente saque lo que tiene dentro. Jesús dijo: ‘vas a ir a la casa, vas a decir paz y si alguien es digno, la paz va a salir.’ Dios nos va a hacer descubridores del potencial que la gente ha guardado.
Cuando otros ven problemas, yo veo desafíos
Dios va a usar gente para hacer caer al diablo del cielo.
Cuando regresaron le contaron a Jesús que cuando ellos decían ‘paz’, los hogares se transformaban, y que cuando se quitaban el barro no les afectaba que la gente los rechazara.
Cuando Jesús escuchó eso les dijo que Él había visto a Satanás caer como un rayo.
Vamos a hacer lo que el Señor no hizo. Jesús nunca lo había hecho caer hasta ese momento; y les dio el privilegio a ellos, de hacer algo que Él nunca había hecho.
Dios te va a dar resultados extraordinarios; vamos a ver maravillas espirituales que jamás hemos visto.
Jesús les dijo: ‘Dichosos, porque los profetas quisieron oír y quisieron ver lo que ustedes están haciendo.’
Vamos a ser la gente más dichosa de la tierra porque vamos a ver y oír cosas extraordinarias, porque el que habla victoria, fe y paz, cambia el clima, y el que domina el clima, es dueño del territorio.
Por Bernardo Stamateas
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